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Entrevista:JUAN JOSÉ ALONSO | Catedrático en Ingeniería Aeroespacial en Stanford

"Hay que reducir el consumo de los aviones un 80%"

Juan José Alonso participó la semana pasada en la Escuela de Verano de Matemáticas en Bilbao, a la que han asistido unos 40 matemáticos extranjeros. La iniciativa forma parte de un proyecto divulgativo de la European Science Foundation, que empezó en 2008 y durará cinco años. Busca que estos expertos pongan en común y difundan al gran público las más innovadoras técnicas matemáticas.

Pregunta. ¿Cuáles son y cómo se aplican las nuevas técnicas matemáticas en la industria aeroespacial?

Respuesta. Las matemáticas aplicadas son la que usamos para crear los nuevos diseños de aviones, de cohetes, de sondas espaciales... Pongo un ejemplo: Quieres diseñar un avión más moderno que el A380, que consuma la mitad de combustible para llevar la misma cantidad de gente a una cierta distancia. Para hacerlo hay que comprender cómo se comporta el flujo del aire alrededor del avión y eso se resuelve con matemáticas aplicadas. Además, hay que entender cómo se debe cambiar la forma del avión para obtener un mejor rendimiento. Para eso se usan también.

"El reto en el espacio es reducir el coste del acceso a la órbita"

P. ¿Qué retos maneja el sector aeroespacial?

R. Se pueden dividir en dos. Los primeros son retos para la aviación comercial. El problema principal es que durante los próximos 30 años va a haber que minimizar de manera muy significativa el impacto medioambiental de las aeronaves. No es solo por el cambio climático, sino también para reducir el consumo de combustible y la cantidad de ruido. Con las previsiones de crecimiento que hay para la aviación comercial de aquí a unos 40 años, para el año 2050, se estima que a nivel mundial el volumen de aviación comercial se multiplicará por cuatro. Para que pueda crecer y al mismo tiempo se reduzca el impacto medioambiental, hay que hacer aviones que consuman casi el 80% menos de combustible de lo que consumen hoy. Ese es el reto. Para ello habrá que hacer diseños muy nuevos, aviones bastante distintos, de materiales nuevos, aerodinámica nueva, acústica nueva...Al mismo tiempo, si el crecimiento de tráfico previsto a nivel mundial lo extrapolamos al aeropuerto Bilbao, el ruido sería también cuatro o cinco veces mayor. Así, hay que reducir el ruido que emiten para que por lo menos la gente no esté expuesta a más ruido del que lo está ahora.

P. Usted ha sido investigador de la NASA. ¿Qué dificultades obstaculizan la carrera espacial?

R. Hay que reducir el coste de acceso a la órbita. Tanto para turistas espaciales como para estaciones espaciales, debe existir la posibilidad de poner satélites en órbita de una forma mucho más fácil y barata de lo que se hace hoy en día. Para ello hay que diseñar nuevos cohetes, nuevos sistemas de propulsión más baratos. Se trata de poner un kilo de masa en órbita a un coste entre diez y 50 veces menor que el actual.

P. ¿Cuánto tardaremos en viajar al espacio por placer?

R. Más de 40 años.

P. ¿Cómo es el avión del futuro?

R. No es el típico con las dos alas y la cola, sino más integrado, con los motores más metidos.

P. ¿En qué punto está la investigación aeroespacial en EE UU frente a Europa?

R. Desde hace 10 o 15 años Europa ha empezado a invertir de manera bastante agresiva en la investigación de matemática aplicada y técnica aeroespacial. Hay muchos programas. Por ejemplo el FP7, en el que asociaciones universitarias e industrias pueden solicitar financiación para estas investigaciones. Creo que Europa está casi al mismo nivel que EE UU, con una tradición más larga de inversión en este sector. Europa en los últimos cinco años también ha invertido en el programa Clean sky (Cielo limpio), que investiga para minimizar el impacto medioambiental de los vuelos comerciales.

P. ¿Cree que la gente entiende, en el contexto de crisis actual, las inversiones en el sector aeroespacial?

R. La investigación es la primera que sufre cuando hay crisis. El problema es que la investigación da siempre fruto a largo plazo, es su naturaleza. Por desgracia, los problemas que tendremos que resolver dentro de 30 años hay que empezar a resolverlos hoy. El que los fondos de investigación se reduzcan hoy quiere decir que los resultados que iban a estar dentro de 10 años, no lo estarán hasta dentro de 13 ó 14. La gente no se da cuenta de que había que haber empezado mucho antes hasta que ve que le hacen falta resultados. Es una pena que la sociedad no mire un poco más a largo plazo para no perder los resultados.

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