_
_
_
_

El sospechoso silencio de Madrazo

El excoordinador general de EB escucha ausente las graves imputaciones del PNV - De momento, solo su 'mano derecha' Serafín Llamas asume "el daño"

En el móvil de Javier Madrazo sólo responde el contestador de la operadora. El excoordinador general de EB y consejero en el Gobierno Ibarretxe digiere en un intencionado silencio desde el pasado jueves las graves imputaciones que le ha hecho el PNV en su condición de instigador del plan de exigencias personales y financieras que sugirió a cambio de asegurar la reelección de Xabier Agirre como diputado general de Álava. Su círculo más próximo se ha limitado a asegurar que disfruta de sus vacaciones, pero tampoco encuentra otra explicación para justificar que no haya reaccionado aún siquiera por alguna de las redes sociales que frecuenta.

Las sospechas sobre el posible juego sucio en el que Madrazo quiso plantear su negociación de máximos con el PNV alavés aumentan con el paso de las horas. De paso, ensombrecen el perfil político de este dirigente que decidió regresar a la docencia tras su fracaso electoral en las últimas autonómicas donde apenas se quedó con uno de los tres parlamentarios de que disponía, y que a pesar de ser sustituido por Mikel Arana no ha dejado de sobrevolar sobre la vida interna de una EB abocada a la escisión.

Arana reclama las 'cabezas' de su antecesor, Kontxi Bilbao y Lozano

De momento, tan solo Serafín Llamas, conocida mano derecha de Madrazo, ha asumido su cuota de responsabilidad en las exigencias de las descaradas prebendas que el denominado sector madracista fue planteando a los negociadores del PNV, atónitos por el grueso calibre de estas reivindicaciones, y en especial las referidas a la búsqueda de empleo para 39 afiliados de EB. De hecho, Llamas, junto a Julia Madrazo, aspiraba a uno de estos puestos fijos. La exconcejala no se siente aludida por la imputación y lo reduce a una "cortina de humo" de Xabier Agirre por su fracaso negociador.

Sin embargo, Llamas, consciente de la tormenta política y de abierto estupor por el calado social de sus exigencias al PNV, puso ayer su cargo a disposición del Consejo Político de EB porque "asume" que habló de la adversa situación laboral a la que se veían abocados numerosos dirigentes de EB tras las sucesivas debacles electorales. Pero este hombre de confianza de Madrazo cree que se le ha interpratado mal. En su opinión, se limitó a exponer la incierta situación laboral de las decenas de afiliados de su partido, pero nunca pidió al PNV "contraprestaciones de personas a cambio de votos". Los jeltzales, en cambio, tienen anotados los empleos que EB pretendía para sus afiliados incluidos en la negociación.

Con todo, el descrédito político por este comportamiento de EB es reconocido, incluso, por el propio Llamas que pide perdón "a la opinión pública" y a "toda la militancia de EB" habida cuenta del "daño que haya podido causar" a su formación, que se encamina hacia una deriva alentada por luchas fratricidas, mutua desconfianza y ausencia de proyecto compartido.

En este contexto, Mikel Arana, coordinador general de EB pero ausente de todo el proceso, quiere más "cabezas cortadas" por este escándalo de Álava y no tiene rubor en citar los nombres de Javier Madrazo, Kontxi Bilbao y David Lozano, además de la ya conocida renuncia de Llamas. Sin embargo, la cuestionada autoridad del coordinador general hace dudar de que su petición tenga efectos prácticos.

En el PNV coinciden las sensaciones de asombro por el comportamiento de EB pero también de abierta decepción por la pérdida de la Diputación. A su vez, en la dirección de Araba Buru Batzar tampoco aciertan a comprender las razones que impulsaron a EB a elevar sus exigencias para luego salir con las manos vacías. Es ahí donde coge cuerpo la teoría conspirativa que atisba como auténtica razón de fondo en tan inesperado desenlace la posible existencia de una negociación en paralelo con el PP. Joseba Egibar lo puso ayer sobre la mesa al asegurar en Radio Euskadi que "dejaremos tiempo y se verá exactamente que es lo que está pactado" entre PP y EB.

A la sospecha se une de inmediato Iñaki Gerenabarrena, como puso de manifiesto ayer en la Cadena Ser al admitir que en su trayectoria política de 20 años "jamás" se encontró con "semejantes" exigencias como las que planteadas por EB. El PNV, que ya negoció con Madrazo su incorporación al Gobierno Ibarretxe, investigará ahora cada nombramiento del diputado general Javier de Andrés.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_