'Homo indignatus'

El Sombrerero Loco de Alicia en el País de las Maravillas animaba a sus amigos a celebrar los "no cumpleaños", un neologismo que dio origen a una canción de Disney (Feliz No Cumpleaños) y a una nueva arqueología de los modos de narración (Carroll, Joyce), que ahora Pierre Huyghe transforma en un espejo de dos caras -videoinstalación (como expresión) y designación; significante y significado- donde proyecta un "acontecimiento inventado" en una zona residencial en medio de un bosque cercano al río Hudson, en el Estado de Nueva York, un espacio tan inexacto como extraño, poblado de evanescencias infantiles, con bambis, conejos y seres humanos en regresión. Con La fiesta de Streamside (2003), el artista francés se pregunta si existe alguna celebración que no haya sido instrumentalizada por la sociedad de consumo. El resultado, ahora en CaixaForum, es un vídeo y una instalación con 48 carteles que configuran un almanaque ficticio con los deseos celebratorios de autores como Tacita Dean (28 de julio, Día de la Obsolescencia), Olafur Eliasson (23 de marzo, Día de la Pérdida de Tiempo), Dan Grahan (4 junio, Día de Jimmy Carter), Yona Friedman (29 de febrero, Día de la Inteligencia Animal) o Lian Gillick (23 marzo, Día para Ser Recordado y Olvidado). El interés de Huyghe en crear ficciones resulta muy oportuno en un momento social gobernado por tecnócratas, cuando el homo indignatus vive en la distancia que separa el progreso técnico de la totalidad social, inscribiendo en ésta su sueño de cambio. La "fiesta" de Huyghe, fechada un 11 de octubre cualquiera, crea una nueva realidad que puede ser repetida siempre, y capaz de modificar el espacio público en lugar de ocuparlo sólo temporalmente. Una fantasía que puede ser acción y amenaza sobre un orden establecido.