El "jardín" olímpico del PP madrileño

Optimista pero prudente, como si temiera que un exabrupto ajeno o un traspiés propio pudieran malograr un sueño particularmente ligero, Alberto Ruiz-Gallardón enfiló ayer la senda que, salvo sorpresa mayúscula, consagrará el día 20 a la ciudad como candidata por tercera ocasión consecutiva a organizar unos Juegos.

En opinión del alcalde, los arcanos geopolíticos se muestran particularmente favorables, e incluso el Comité Olímpico Internacional (COI) parece guiñar un ojo al elegir para 2018 a una candidata con dos fracasos a su espalda.

La oposición municipal también evitó ayer alzar la voz, deslizando sutilmente su mayor o menor proclividad. De igual forma que el alcalde se tienta la ropa antes de dar el paso adelante, nadie parece dispuesto a ser quien le ponga la zancadilla. Casi nadie: el secretario general del PP madrileño, Francisco Granados, aseguró: "Dos veces son suficientes. No me metería otra vez en ese jardín".

"Dos veces son suficientes", dice el secretario general del Partido Popular

El portavoz regional alude al "esfuerzo" que exigiría en un "momento difícil"

Granados, opositor acérrimo del alcalde desde las filas del mismo partido, líder del PP madrileño y desterrado hace unas semanas a contrapié del Gobierno regional, aseguró a la Cadena Cope que respetará la decisión municipal. Pero deslizó: "Ya sabe usted que esta candidatura cuesta mucho dinero".

Horas después, el vicepresidente y portavoz regional, Ignacio González, insistió en ese aspecto de una forma más diplomática. González apostó por "evaluar muy bien" la ocasión, puesto que "exige un gran esfuerzo" en un "momento complicado" en el que "las prioridades del país son las que son". Aunque "algunas otras experiencias no han terminado como a todo el mundo le hubiera gustado", añadió, "se ha hecho mucho esfuerzo y Madrid es una gran candidata". El Consistorio deberá decidir, en su opinión, "a la vista de las circunstancias deportivas, porque esas son las que pesan, pero también a la vista de los esfuerzos que exigirá en los próximos años y de sus posibilidades reales", informa EFE.

Esas posibilidades reales engordaron ayer con la proclamación de Pyeongchang como sede invernal en 2018. En primer lugar, porque dos años antes se organizarán en Río. Es decir, América, Asia... ¿y en 2020 Europa, según el hábito olímpico de alternar continentes? ¿O África? "No hay noticia, casi al contrario, de que vaya a haber una candidata africana", recalcó Gallardón, pese a que Durban aún juguetea con la idea. A todo ello suma su interpretación de que Pyeongchang ha obtenido los Juegos porque el COI "ha premiado la constancia y perseverancia" de la ciudad.

El líder socialista, Jaime Lissavetzky, compañero del alcalde en los dos anteriores intentos como secretario de Estado para el Deporte, consideró también "positiva" la elección de Pyeongchang y la ausencia de rivales africanas ("el camino sería más tortuoso"). Como "el apoyo de todas las administraciones es clave", se comprometió a tantear al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y al candidato socialista en las elecciones generales que se celebrarán entre otoño y primavera, Alfredo Pérez Rubalcaba. Sin embargo, ya adelantó que "el Gobierno siempre ha sido cómplice en estos avances y ha respetado la postura del Ayuntamiento". "No creo que vaya a haber reticencias" en el PSOE, añadió, e incluso aventuró: "Imagino que con el PP se mantendría el apoyo". Lissavetzky se mostró partidario de hacer una consulta popular para medir el respaldo ciudadano, algo que el alcalde ha descartado.

El líder municipal de IU, Ángel Pérez, resaltó por su parte que será difícil encontrar dinero para financiar la carrera, incluso con patrocinios (y explicar por qué lo hay para unas cosas y no para otras), y zanjó: "Me preocupan más los problemas internos que ser escaparate". UPyD ha reiterado que esperará a conocer los datos con los que cuenta Gallardón antes de decantarse.