Interior inicia la negociación por separado con cada central de la Ertzaintza

Interior y los sindicatos de la Ertzaintza avanzan en su entendimiento tras meses de acusaciones mutuas. La consejería inició ayer la ronda de contactos bilaterales que mantendrá por separado con cada central para tratar de agilizar la negociación del nuevo convenio que demanda la plantilla. Por la mañana mantuvo una reunión con Erne, la central mayoritaria, y por la tarde recibió a Esan. Hoy le llegará el turno a Sipe y a Euspel.

Aunque por separado, las reuniones se limitan a los sindicatos agrupados en la unidad de acción, dado que son los únicos que se han mostrado dispuestos a avanzar en la negociación. Los cuatro plantearon el lunes una plataforma de negociación concreta a Interior a la que la consejería respondió al día siguiente y sobre la que las centrales comenzaron a debatir ayer. El departamento no ha recibido todavía una propuesta en firme de ELA ni de CC OO para dar inicio a un debate.

Las citas pretenden acelerar la negociación, ya que la postura de las distintas centrales difiere en no pocos aspectos menores que amenazan con retrasar el acuerdo. Lo que sí han consensuado Erne, Esan, Sipe y Euspel son una serie de demandas básicas, cuyo seguimiento realizarán a través de reuniones intersindicales. El próximo lunes mantendrán la primera para evaluar el resultado de los encuentros mantenidos ayer con Interior y los que se van a celebrar hoy.

Plazos cortos

Las posturas son bastante cercanas respecto a las principales demandas de la plantilla, que además de un nuevo convenio laboral, ya que el actual suma cuatro años prorrogado, recogen el desarrollo de la segunda actividad por edad y el impulso de la carrera horizontal de los agentes. Erne ya trasladó a sus afiliados hace un par de semanas que los planteamientos estaban muy próximos "en un 80% de las materias" fundamentales y la situación no ha empeorado desde entonces.

Es la segunda vez que se reanuda la negociación con el departamento, tras el bloqueo al que se vio sometida el año pasado por la celebración de las elecciones sindicales, y cada parte conoce a la perfección el escenario en el que se mueve. Las centrales ya han advertido de que no están dispuestas a prolongar de forma innecesaria un debate al que podrían dar carpetazo, con acuerdo o sin él, en un plazo de 15 o 20 días.