De asamblea por Horta-Guinardó
La extensión del 15-M a los distritos busca nuevas vías para dinamizar la vida asociativa en los barrios
Ahora que en la plaza de Catalunya solo quedan los rescoldos, el movimiento del 15-M pretende extenderse y reavivar la llama de los indignados en los barrios. En la asamblea descentralizada del distrito de Horta-Guinardó, celebrada al atardecer del pasado martes, el orden del día -trabajo de las comisiones y turno de palabra abierto a todos- se modificó en el último momento para preguntar a los cerca de 70 asistentes en primer lugar: "¿Qué os parece que un redactor de EL PAÍS haga una crónica de la asamblea y un fotógrafo tome imágenes?". Sólo siete asamblearios se negaron a aparecer en las fotografías. Se quejan de que los medios "han criminalizado" al 15-M por los incidentes ocurridos en el Parlament el 15 de junio. "Yo estuve allí y puedo decir que mintieron", aseguró uno de ellos.
Entre los congregados en la plaza del Nen de la Rutlla había activistas, jubilados, adolescentes y una pareja con un cochecito de bebé para gemelos. Un joven con una serpiente -una falsa coral albina- en el cuello se apuntó a la fiesta, aunque desapareció en cuanto comenzó el debate.
Una de las personas que no quiso ser retratada habla en nombre de la comisión de autoorganización. Propone explorar nuevas metodologías y dinámicas asamblearias para llegar a consensos sin eternizarse en el debate. Invita a todo aquel que quiera participar y acaba proponiendo una votación. "¿Hay alguien en contra de llevar a cabo esta iniciativa?", pregunta en un gesto que no pasa de ser una formalidad porque todo el mundo asiente en silencio. Las asambleas en los barrios, al igual que la de la plaza de Catalunya, tratan, sin mucho éxito, de evitar la lentitud y burocratización excesiva de sus procedimientos.
David, estudiante de ingeniería informática de 18 años, cuenta: "al principio, cuando asistían 200 o 300 personas era mucho más difícil entenderse". Ha acabado los exámenes, con lo que podrá dedicarle más tiempo a la asamblea. De momento, ha hecho un cartel, con el lema Porque no queremos pagar su crisis, donde anuncia que la asamblea en el distrito se reunirá los martes. Ha utilizado el negro y el amarillo del logo de la asamblea de la plaza de Catalunya, porque "son colores que se usan en obras y representan un mundo en construcción".
Desde la comisión de información plantearon pintar pizarras por el barrio donde los vecinos escriban quejas. También pretenden hacer más difusión de los casos de desahucio, crear una red de apoyo mutuo y publicar un listado público con las viviendas vacías que sean propiedad de la Generalitat, del Ayuntamiento o de los bancos. Durante el turno de la comisión de acción, además de promover acciones para apoyar las caceroladas de las asociaciones de padres y madres de las escuelas y de los trabajadores de la sanidad pública contra los recortes, proponen un manifiesto en el que se declare que "en Barcelona ninguna familia se quedará sin vivienda por culpa de no poder pagarle la hipoteca a un banco".
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