_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Malos y violentos

Rosa Montero

Aburre escuchar lo malos que son los del 15-M: ah, mira lo violentos que se están volviendo, dicen los biempensantes con regodeo. Y luego añaden la cantinela habitual: "Los indignados no tienen propuestas, no saben lo que quieren". Faltaría más que un movimiento espontáneo, juvenil y de amplísimo espectro tuviera de repente las soluciones que no supieron encontrar los profesionales.

El enorme e irreversible acierto del 15-M ha sido señalar lo que está mal en el sistema, lo que la sociedad ya no quiere seguir aguantando, y ahora tendrán que gestionar ese agujero los políticos. Y gestionarlo con tiento, porque la protesta no acabó.

Pero hablemos de la violencia. Cuando se levantó la acampada de Sol, dos o tres centenares de camorristas cortaron la Gran Vía. ¡Pero qué pocos! Muchos sábados hay más vándalos enfrentándose a la policía por los barrios de copas. Una acampada tan multitudinaria como la de Sol se había retirado sin conflictos, con apenas unos pocos alborotadores residuales, y en vez de celebrar eso, sacamos a los belicosos en primera página y los consideramos los representantes del 15-M.

"Aquí a los gamberros los llamamos gudaris", decía una antigua canción de Bernardo Atxaga: sí, darles protagonismo aviva a los violentos, que ya habían empezado a infiltrarse por la imprudente tardanza del 15-M en replegarse.

¿Los sucesos de Barcelona? Lamentables, pero me recuerdan otros actos intolerantes e intolerables cometidos anteriormente en esa ciudad, como pegar a los políticos no nacionalistas o impedir hablar a Savater. O sea: claro que en España hay energúmenos, pero la inmensa mayoría del 15-M no tiene nada que ver con eso, por más que algunos parezcan querer engordar su agresividad incluso con falsas imágenes tomadas en Grecia, como ha hecho, alucinantemente, Telemadrid.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_