Fuera de escena, dentro de cámara

10.20. Faltan diez minutos para que salga el tren y Pucho no llega. En la estación del AVE, los compañeros del cantante de Vetusta Morla se inquietan. O no. "Llegará in extremis, pero llegará", dice Álvaro B. Baglietto (bajista). Efectivamente. Pucho (30 años) es el último en subir al tren. Con esa sonrisa que no se le borra de la cara.

Para la sexta edición del festival Día de la Música Heineken, sus organizadores querían hacer algo distinto, algún aporte audiovisual que acompañara al disco con canciones de una selección de bandas que ya llevan cuatro años publicando (también en esta edición).

"Se nos ocurrió hacer una especie de película documental de lo que supone la gira de una banda", explica Enrique Calabuig, promotor del festival. "Se lo propusimos a la productora Canadá, que es conocida precisamente por hacer videoclips de grupos pocos conocidos, muchos de los cuales ya han participado en otras ediciones del festival. Elegimos a diez bandas que tocan en el festival y les propusimos irse con ellos de gira".

El filme documental muestra un día de concierto de 10 bandas

Marco Lozano rodó a los madrileños Vetusta Morla en Barcelona

"No es un documental puro y duro, porque en los rodajes hay días guay y otros en que no pasa nada", explica Óscar Romagosa, productor ejecutivo de Canadá. "Hemos propuesto a todos los grupos una serie de ejercicios comunes, como tocar la canción en acústico, y explicar qué supone para ellos esos días que pasan de gira".

A los tres directores de la productora -Luis Cerveró, Nicolás Méndez y Lope Serrano- se sumaron otros directores, como Raúl Cuevas, Darío Peña o Marc Lozano. Y las bandas elegidas, además de Vetusta Morla, son las catalanas Aias, Russian Red, Times New Viking, Crystal Fighters, Dum Dum Girls, PS I Love You, Pony Bravo, Supersubmarina y Lüger. Seis bandas nacionales y cuatro internacionales.

El director Marc Lozano, con mucha experiencia rodando videoclips, recibe a los cinco componentes de Vetusta Morla en la estación de Sants, en Barcelona. A los cinco más a la pareja de Guillermo Galván -guitarra y compositor de buena parte de las canciones de la banda-, y su hijo recién nacido, que les acompaña en estos días de gira. Lozano y su equipo empiezan a rodar con súper ocho, en 16 milímetros... "Si de esta no se nos pasa el miedo a la cámara, no se nos pasa nunca", suelta Jorge (percusionista).

Vetusta Morla dio el pelotazo hace dos años. Su disco debut (Un día en el mundo), que no quiso ninguna discográfica y autoeditaron, vendió 42.000 copias. Pero estos cinco compañeros de instituto de Tres Cantos tienen nuevo disco, Mapas. De nuevo, la han editado ellos mismos. Se puede comprar desde su web (12 euros el disco, 8 la descarga). Han aprendido a guisárselo y comérselo. Pucho controla la estética (él se ha encargado de elegir la portada del nuevo disco), Juanma, que es periodista, trata con los medios y escribe las notas de prensa. Y El Indio (batería) gestiona la pasta.

La banda llega al restaurante elegido para comer y Guillermo descubre que se ha dejado una maleta en casa. Cosas de los viajes. El local está en Palo Alto, un bonito y moderno complejo de oficinas. Tiene una terraza en la que la banda se relaja, aunque no les hace mucha falta. Normalmente viajan en su furgoneta en condiciones menos cómodas. Lozano rueda mientras charlan con una cámara diminuta de nombre japonés, Harinezumi, que no mide más que un puño cerrado y llama la atención de todos.

En el jardín del hotel, el grupo cumple con uno de los requisitos de la película y canta en acústico la canción que han incluido en el disco del festival, Boca en la tierra, que Galván compuso en un avión. Los turistas se asoman a las ventas a verles cantar. Con ayuda de su padre, Lozano ha traído unos trozos de plástico que hacen un bonito efecto durante el rodaje. Cuando termina, turistas y curiosos aplauden.

Siesta, y ponen rumbo a la sala Bikini para el primero de cuatro conciertos seguidos en la ciudad (los tres primeros, ya completos). En el trayecto, ya en su furgoneta habitual y con su road manager, discuten del orden en que quieren tocar las canciones y leen los titulares de varias entrevistas que les han hecho últimamente. No están muy contentos.

Ya en la sala, todo sucede rápido. Tienen una hora para la prueba de sonido. El camerino se llena de sandwiches, fruta y barritas de chocolate. Pucho bebe té con limón para la voz. También Jorge (percusión), que se encoje de hombros ante la pregunta: "¿Qué pasa? Sí, es té".

Sobre las 20.30 se abren las puertas y empieza a entrar el público. A pesar de que falta cerca de una hora, nadie se espera en la barra tomando una cerveza. Corren a coger sitio cerca del escenario. A las 21.15, tras el abrazo de rigor, suben al escenario y la sala se viene abajo. Pucho -que tiene una novia catalana- se marca un largo y cariñoso saludo en catalán y se mete (más aún) al público en el bolsillo. Y Lozano empieza a rodar...

La película, que ha llevado dos meses de rodaje, se estrenará el martes que viene en el Circo Price y esa misma noche se emitirá íntegra en La2 de TVE. El resultado es muy del estilo de Canadá. 65 minutos de imágenes mimadas y colores saturados que retrata el extrañamiento de las giras, los tiempos muertos y las maletas llenas de cables y camisetas.

De gira con Vetusta Morla