Crónica de un suicidio voluntario
Polémica por la emisión en la BBC de la muerte asistida de un millonario
La cadena británica BBC rompió ayer uno de sus últimos tabúes al retransmitir un suicidio asistido. El documental Choosing to die (Eligiendo morir) muestra el fallecimiento de un hotelero multimillonario de 71 años que decidió quitarse la vida el pasado diciembre en la clínica Suiza Dignitas. Peter Smedley padecía una enfermedad neuronal motora irreversible desde hacía dos años. El reportaje es también el recorrido intimista de su director, Terry Pratchett, hacia su posible destino. Este es el primer documental del escritor de novela fantástica que fue diagnosticado de alzhéimer en 2008. Tras el rodaje inició el procedimiento burocrático para terminar sus días, si es que así lo desea, en el mismo lugar y de la misma forma que su protagonista. "Cambio de idea cada dos minutos", asegura y añade: "No me imagino a nadie con ganas de sentarse ante la televisión a asistir a la muerte de un extraño. Lo que van a ver no es fácil, pero creo que es importante".
El director padece alzhéimer y desea terminar sus días en una clínica suiza
La emisión ha levantado polémica en el Reino Unido, donde organizaciones antieutanasia acusan a la cadena pública británica de promover una práctica que es ilegal en este país y de alentar a otros a que sigan los pasos de Peter Smedley. En Reino Unido el suicidio asistido puede suponer una pena máxima de 14 años de prisión.
En Choosing to die, Pratchett acompaña a Smedley y su esposa Christine durante su viaje al hospital suizo. Allí, sentados en un sofá y cogidos de la mano, el enfermo ingiere dos bebidas, una para preparar su estómago y otra compuesta por un cóctel de barbitúricos que le duerme y produce su muerte.
BBC no es la primera televisión en mostrar en último aliento de alguien que ha decidido morir, pero sí es pionera entre las de propiedad estatal. En 2008 Sky, una emisora británica privada por satélite, mostró la agonía de Craig Ewert en el documental ¿Derecho a morir?: el turista suicida. Al igual que Peter Smedley, Craig sufría una enfermedad neuronal degenerativa. Aquello ya provocó en su día un debate sobre los límites de lo que se debe mostrar en televisión y la indudable relación de cierto tipo de imágenes impactantes con un aumento de la audiencia. El turista suicida logró batir el récord histórico del canal, con una media de 222.000 espectadores (1,2% de cuota de pantalla).
Con la emisión de ayer BBC rompe quizá el último tabú para una televisión pública, emitir una muerte voluntaria. La cadena ha asegurado que el documental es "equilibrado" y "brinda una oportunidad a los espectadores para formarse una opinión" y ha calificado las imágenes de "muy emotivas, al tiempo que honestas".
Alistair Thompson, un portavoz de la asociación contra la eutanasia Not Killing Alliance, ha comentado al diario The Guardian que esta es la quinta vez que BBC "ofrece programas proeutanasia". Entre otros, BBC Panorama presentó un documental protagonizado por la parlamentaria escocesa proeutanasia Margo Macdonald y en el programa Lecturas de Richard Dimbleby, Pratchett proponía la creación de tribunales de la eutanasia.
Además, el pasado 12 de mayo la BBC mostró el último aliento de un paciente de cáncer por muerte natural en Inside the human body. "La evidencia es que cuantas más veces se hagan públicos estos momentos, más suicidios va a haber. La BBC está financiada de una manera distinta al resto de medios y tiene la responsabilidad de dar una programación equilibrada", opina Thompson.
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