Puntualización a Paul Krugman
En respuesta al artículo Contra la impotencia aprendida,publicado en EL PAÍS del 5 de junio de 2011, quisiera discrepar con la afirmación de Paul Krugman en la que destaca que el último informe de Perspectivas económicas, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), "no propone en ningún momento posibles soluciones para la crisis del empleo".
En nuestro informe, señalamos precisamente que los 50 millones de desempleados en los países de la OCDE son el desafío más urgente que enfrentan nuestras economías. Asimismo, advertimos que si no se actúa de inmediato, el desempleo causado por la crisis podrá convertirse en desempleo permanente.
Las altas tasas de desempleo pueden abordarse con medidas de corto y largo plazo. Los países pueden crear empleos reduciendo los costes laborales, a través de reducciones tributarias temporales y específicas. Los Gobiernos también pueden ayudar a los desempleados a encontrar trabajo, en particular mediante el fortalecimiento de los servicios públicos de búsqueda de empleo y la capacitación.
Argumentamos que países como Estados Unidos, que decidieron extender los beneficios de desempleo durante la crisis para proteger a los desempleados de la adversidad y mantenerlos activos en la búsqueda de trabajo, deberían continuar con estas medidas hasta que mejoren las condiciones del mercado laboral. También consideramos que los seguros de desempleo extendidos en varios países a trabajadores que no estaban cubiertos anteriormente podrán hacerse permanentes. Además de tratar las causas del desempleo y las diferentes formas de enfrentar este desafío, nos enfocamos en políticas para acelerar el regreso al trabajo. La crítica constructiva a nuestra asesoría de políticas públicas es muy bienvenida, pero esperamos que dicha crítica está basada en una consideración cabal de lo que realmente decimos.
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