El 15-M lleva la indignación desde Sol a las puertas del Congreso

Unas mil personas recorrieron ayer los 300 pasos que separan la Puerta del Sol del Congreso de los Diputados para protestar por la reforma de la negociación colectiva, cuyo proyecto de ley se aprueba mañana en el Consejo de Ministros. La concentración, convocada a las siete de la tarde, transcurrió sin incidentes ante la atenta mirada de una veintena de policías, que cerraron el paso a los manifestantes, que cortaron la céntrica Carrera de San Jerónimo.

"¡Esta reforma, la vamos a parar!", coreaban los indignados, entre los que había sobre todo gente de entre 30 y 40 años que aplaudió a rabiar cuando alguien trajo, en plan testimonial, una tienda de campaña. "¡Eso, eso, eso, acampada en el Congreso!", cantaron entonces.

Los manifestantes dedicaron pitidos a la patronal, a los diputados -"¡ese contrato, para los diputados!", corearon cuando la persona con el megáfono recordó la intención de la CEOE de extender tres años los contratos en prácticas-, a la canciller alemana Angela Merkel -"¡sus reformas nos importan un pepino!"- y a los sindicatos: "Dónde están, no se ven, Comisiones y UGT. Ya lo sé, dónde están, están con la patronal".

Inicialmente, el grupo no era muy nutrido y ni siquiera todos los acampados en Sol recorrieron la corta distancia, pero pasadas las diez de la noche fue creciendo y los reunidos ya sobrepasaban los 1.500. A esa hora no se habían registrado incidentes.

La protesta supone un primer paso en la nueva estrategia del Movimiento 15-M. Además de la concentración frente al Congreso, los indignados han convocado para el sábado concentraciones en todos los Ayuntamientos para protestar durante las tomas de posesión de los nuevos regidores. Y para el 19 de junio han organizado una nueva cita global similar a la del 15 de mayo.