El PNV endosa a sus rivales la responsabilidad sobre Bildu
Urkullu emplaza a los 'abertzales' a exigir el cese de ETA
El PNV concretó ayer la estrategia que baraja para los pactos poselectorales del 22-M. Desveló que juega a ganador, sabedor de que ha sido el partido más votado en las urnas, y que endosa a sus rivales la responsabilidad sobre la configuración del nuevo escenario municipal y foral. El presidente nacionalista, Iñigo Urkullu, confirmó que el partido votará a sus propios candidatos en Ayuntamientos y Diputaciones, y delega en PSE y PP la responsabilidad de que Bildu pueda llegar a gobernar en San Sebastián y Guipúzcoa, donde ha sido la lista más votada. "No queremos pactos contra nadie", esgrimió.
Los nacionalistas son conscientes de que se erigen como única alternativa al soberanismo abertzale y no están dispuestos a ofrecer contraprestaciones. En el peor de los casos, saben que cuentan con los votos de Bildu para conservar la Diputación de Álava en detrimento del PP. En el mejor, que incluso pueden obtener el apoyo gratuito de socialistas y populares para gobernar en Guipúzcoa, sin la responsabilidad que conllevaría un desembarco en la institución foral previamente pactado para suplantar a la coalición.
El líder peneuvista solo tenía que vestir ayer su apuesta, y así lo hizo. Habló de que en Euskadi se ha abierto "un nuevo tiempo" tras las elecciones locales y aclaró que no será su partido el que trate de dificultarlo con pactos "frentistas". No obstante, también recordó que el currículum institucional de Bildu "está en blanco" y emplazó a la coalición independentista a "mejorar su tarjeta de visita" para ganar confianza. En este sentido, la instó a aprovechar la constitución de los nuevos Ayuntamientos, el sábado, para exigir en público el "cese definitivo de ETA".
Lejos de interpretar la estrategia jeltzale como una vía de acceso al Ayuntamiento de San Sebastián, entre otras instituciones, Bildu acusa al PNV de "lavarse las manos" y "dejar la gobernabilidad de las instituciones en manos del eje constitucionalista español". "Tras la aparentemente neutral posición" peneuvista de presentar a sus propios candidatos, la coalición percibe un interés real en recibir los votos de PP o PSE, que se podrían ver obligados a ello por la "presión mediática" o por "posibles órdenes de Madrid".
El PSE, por su parte, cree que la negativa del PNV al pacto global que le propuso obedece a que tiene ya otro, aunque no escrito, con Bildu, que implica "una política de frente nacional", según informa Isabel C. Martínez. Solo así se explica, a su juicio, la posición que permitirá a la coalición abertzale gobernar Guipúzcoa, con el argumento de que fue la fuerza más votada, mientras impide que lo hagan tanto el PSE como el PP allí donde están en las mismas condiciones.
Los socialistas vascos descartaron ayer respaldar a los candidatos nacionalistas si no es en el marco de un acuerdo general. También el PP tiene "muy claro" que no apoyará al PNV, según fuentes de la ejecutiva. Su portavoz, Leopoldo Barreda, criticó el "portazo" peneuvista al ofrecimiento de estabilidad institucional.
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