Cuatro muertos al estrellarse dos avionetas en Asturias

Cuatro hombres de nacionalidad polaca fallecieron ayer al estrellarse dos avionetas en el municipio asturiano de Castrillón. El primer aparato, con dos ocupantes, chocó a las 14.08 contra el tejado de un aula de formación (que se encontraba vacía) del aeropuerto de Asturias, para acabar en la plataforma, cerca del edificio de bomberos. La segunda avioneta, con otras dos personas, cayó en un acantilado cubierto de eucaliptos cercano al aeropuerto, junto a la playa de Bayas.

Según la Guardia Civil, los pilotos de las avionetas se pusieron en contacto con la torre de control del aeropuerto de Asturias antes del siniestro. La localización de la segunda avioneta se produjo a las 15.09 gracias a que se activó una baliza, según comentó el director del aeropuerto. Los equipos de rescate tuvieron que utilizar helicópteros, por lo que se demoró hasta las 16.42 la recuperación del cuarto cadáver.

Los fallecidos habían salido del aeropuerto de San Sebastián a las 12.30, junto a un tercer aparato (que aterrizó con normalidad en el aeropuerto de Santander) con destino a la localidad portuguesa de Vilar de Luz, a unos kilómetros al norte de Oporto.

Las tres avionetas llevaban matrícula polaca. Los aparatos siniestrados (una Cessna Skylane 182 T y una Cirrus SR-22) están siendo analizados para determinar las causas y circunstancias del accidente y para esclarecer si hubo o no una colisión previa de los dos aparatos entre sí.

La Comisión de Investigación de Accidentes Aéreos del Ministerio de Fomento desplazó ayer por la tarde a Asturias a cinco personas (tres investigadores y dos mecánicos). En 15 días emitirán un informe con los primeros datos del accidente.

El aeropuerto asturiano, a 15 kilómetros de Avilés, ocupa una planicie al borde de un acantilado sobre el mar rodeado de montes y es una zona propensa a la niebla. Ayer, además, la zona estaba cubierta por un pertinaz orvallo (lluvia fina) y por brumas, lo que contribuía a restar visibilidad. Según la información disponible, las tres avionetas no tenían previsto hacer escala en Asturias, pero probablemente intentaron un aterrizaje a causa de las malas condiciones meteorológicas. Pese a que cuenta con la categoría más alta del sistema de ayuda al aterrizaje (ILS-III) los pilotos lo consideran un aeropuerto complicado.

El aeropuerto de Asturias quedó cerrado al tráfico, lo que obligó a demorar el aterrizaje de un avión procedente de Barcelona y a desviar hacia Santander otro que había salido de Madrid. El aeródromo fue reabierto a las 16.15 tras una inspección técnica de las pistas y demás instalaciones.