El PNV descarta pactos "frentistas" y abre la vía a que Bildu gobierne en San Sebastián

El PNV dejó ayer abierta la puerta al mayor logro institucional de la izquierda abertzale al servirle en bandeja el Ayuntamiento de San Sebastián. La formación nacionalista ratificó que no contempla pactos "frentistas" con PSE y PP para desalojar a Bildu donde haya sido la lista más votada, lo que sitúa a la coalición como principal aspirante al gobierno de la ciudad. El compromiso fue corroborado durante la reunión que ambas partes celebraron en Bilbao, como último contacto antes de que el sábado se constituyan los consistorios.

Solo una unión entre PNV, PSE y PP sumaría la mayoría absoluta que impediría el gobierno abertzale. Un entendimiento a tres bandas que se antoja improbable si no es en el marco de un pacto global para otras instituciones, al que ya ha renunciado el PNV. Máxime, tras el desaire de nacionalistas y populares al gesto socialista de recurrir como posible candidato de consenso en San Sebastián al hasta ahora viceconsejero de Transportes, Ernesto Gasco, en detrimento de su cabeza de lista, Odón Elorza, que había sido vetado.

La vía libre a un posible mandato de Bildu en San Sebastián despejaría la incógnita en torno a la única capital vasca que no tiene aún definido su color político. Se confirmaría así la pluralidad política de Euskadi, dado que el PNV gobernará con mayoría absoluta en Bilbao y el PSE ya ha anunciado que brindará su apoyo al PP en Vitoria.

Mayor incertidumbre se mantiene en torno a las Diputaciones. Sobre todo, las de Guipúzcoa y Álava. En la primera provincia, el triunfo de Bildu ha sido más incontestable que en San Sebastián y el compromiso peneuvista deja también la puerta abierta a un gobierno abertzale. Sin embargo, su relevancia no tiene parangón con el Ayuntamiento donostiarra, dados los numerosos proyectos estratégicos que afectan al territorio. La coalición no hizo ninguna referencia a los pactos en el "acto social" que celebró ayer en el Kursaal donostiarra y al que acudieron unas 150 personas, según informa Mikel Ormazabal. No hubo presencia de representantes significativos de la patronal, ni de las grandes compañías; tampoco del mundo académico o de la cultura.

No menos compleja se presenta la situación en Álava, donde PSE y PP no alcanzan la mayoría necesaria, por lo que el PNV podría gobernar con el apoyo de EB y Bildu. La coalición ya ha avanzado que prestará su apoyo para investir a los nacionalistas, que, sin embargo, son conscientes de la debilidad a la que se verían abocados. Aún así, ayer confirmaron que presentarán a sus candidatos en todos los Ayuntamientos y las Diputaciones, y que se votarán a sí mismos.