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Reportaje:UN MILITAR AMORDAZADO

Destruyendo a Manning

Activista gay y sometido a acoso en el Ejército, el soldado acusado de filtrar los documentos a WikiLeaks sufrió problemas de salud mental que sus superiores despreciaron

De joven inadaptado a enardecido patriota. Soldado a la fuerza y aspirante a hacker. Activista gay. Defensor del derecho a la libre información. Maltratado en las filas del ejército. Aislado en Irak. Bradley Manning, de 23 años, se pasó su joven vida buscando causas antes de ser arrestado por el Ejército norteamericano en Irak, hace ahora un año, acusado de sustraer y filtrar a WikiLeaks cientos de miles de documentos secretos del Gobierno, por los que se enfrenta a una posible cadena perpetua en una prisión militar. El Ejército tenía evidencias, antes de destinarle a Irak, de que su salud mental pasaba por frecuentes momentos de inestabilidad, según ha podido saber EL PAÍS. Aun así, se le consideró apto para el frente de guerra y se le destinó a una base militar, cerca de Bagdad, desde la que se produjo la mayor filtración de documentos secretos de la historia de Estados Unidos.

El Ejército sabía antes de enviarle a Irak que su salud mental pasaba por frecuentes momentos de inestabilidad
Sus fotos en Facebook antes de la detención revelan pérdida de peso y muestran a una persona angustiada

Manning nació en 1987 en Crescent City, una diminuta localidad de Oklahoma, de padre norteamericano, veterano de la Marina, y madre británica. Allí pasó su infancia y adolescencia, en una parte del país a la que se conoce como "el cinturón de la Biblia", por su devoción, puritana y protestante. Dos hechos ocurridos en 2000 marcaron su personalidad, según aquellos que le conocen: el divorcio de sus padres y su identificación pública como homosexual, en un lugar y una época en que la visibilidad y la aceptación eran todavía una lejana posibilidad. Manning maduró temprano y a la fuerza: a los 13 años tuvo que convertirse en el hombre de su casa, a cargo de su madre, después de la boda de su hermana, 11 años mayor.

Aquellos fueron años convulsos, dentro y fuera de su hogar. Su padre se casó con otra mujer y trajo a casa a un hermanastro, Dustin, a quien Manning aborrecía. Bradley se refugió en la informática y en juegos de guerra y estrategia en un mundo virtual. El derrumbe de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, plantó en él cierta semilla de patriotismo, acrecentado por una breve vida inadaptada fuera de América. Dos meses después del atentado se mudó con su madre a Harverdforwest (Gales, Reino Unido). Allí acabó la secundaria sin ningún momento memorable. El joven Manning regresó pronto a Oklahoma, en 2005.

La tensión con la familia de su padre fue insostenible desde el primer día de su regreso. Estalló finalmente en marzo de 2006. La policía de Oklahoma ha filtrado la grabación de una llamada de la madrastra de Manning en la que se la oye gritar: "Necesito un agente en mi casa. Y lo necesito inmediatamente. El hijo de mi marido, que tiene 18 años, está fuera de control y me acaba de amenazar con un cuchillo. Y su padre, que acaba de ser operado, está en el suelo. ¡Apártate de él!". A pesar de la llamada y los gritos, no se presentaron cargos. Manning se fue de casa, para no volver.

Vagó por EE UU, de Oklahoma a Chicago -donde, sin hogar ni empleo, durmió en su coche-, y de allí a la zona metropolitana de Washington, donde vivió con su tía, Debra van Alstyne, mientras trabajaba en una tienda de ropa y una cafetería. Cuando su tía pensaba que Manning estaba encaminado a ingresar en la universidad, éste le anunció que, ante la insistencia de su padre, se había alistado en el Ejército de Tierra. Era la única forma, le dijo, de obtener una educación decente y de forma gratuita. Se presentó para el entrenamiento básico en Fort Leonard Wood, en Misuri, en octubre de 2007. Pronto se interesó por el análisis de inteligencia y solicitó entrenamiento en ese ámbito. Lo recibió en Fort Huachuca, en Arizona, de donde se licenció como soldado de la Segunda Brigada de la 10ª División de Montaña, con base en Fort Drum, Nueva York.

Inesperadamente, el Ejército y Fort Drum expusieron al soldado a una libertad que antes no había conocido. En su página de Facebook, Manning comenzó, a mediados de 2008, a apoyar enfáticamente la causa del matrimonio homosexual. El 17 de noviembre, la adolescente Phim Her, estudiante en un instituto de Syracuse, en el Estado de Nueva York, cerca de la base donde estaba destinado Manning, se encontró con el joven soldado en una manifestación contra la prohibición a los gais de servir en las fuerzas armadas: "Al principio creí que estaba bromeando cuando me dijo que era un soldado de Fort Drum, pero me di cuenta de que no era así cuando comenzó a contarme las muchas veces que había sufrido injusticias por su sexualidad".

"Se me echó de casa y una vez perdí un trabajo", le dijo Manning. "El mundo no se mueve con la suficiente rapidez en nuestras casas, en el puesto de trabajo o en el campo de batalla". Confesó que se sentía como un ciudadano de segunda clase: "He estado viviendo una doble vida... No puedo expresarme". En la red social de Facebook manifestó la misma frustración. El 6 de febrero de 2009, Manning diría estar "harto de tener que esconder asuntos personales como un criminal". Cuatro días después se sentiría "ignorado por la sociedad".

Justo en los días en que se manifestó en Syracuse, el soldado comenzó una relación sentimental con Tyler Watkins, un estudiante de comunicación en la Universidad de Brandeis, en Boston. Watkins se define como un experto en comunicaciones y en la comunidad gay. A una manifestación nacional a favor de las uniones homosexuales celebrada en Washington en 2009 acudió con un cartel en el que se leía: "esposa del ejército". Hablaba de Manning siempre sin revelar expresamente su nombre. El 29 de mayo de 2009, en la red de Twitter, dijo estar "muy orgulloso del homo de su novio por acabar su caminata de 25 millas... con todo el equipo militar". Debido a las investigaciones e interrogatorios del FBI en la zona de Boston, Watkins y otros conocidos de Manning han decidido no hablar abiertamente sobre el soldado.

En sus días de permiso, Manning acudía regularmente a Boston, a 400 kilómetros de Fort Drum, para pasar el tiempo con Watkins. Allí frecuentó lo que se conoce en inglés como hackerspaces, lugares de uso común en los que informáticos y activistas se reúnen para socializar, programar y navegar por la Red. Aquellas visitas fueron la llave al mundo del activismo informático, a la cultura conocida como hacker, de la cual WikiLeaks es un baluarte. Estuvo, por ejemplo, en Pika House, una casa habitada por estudiantes del Massachusetts Institute of Technology, donde conoció a Danny J. Clark, programador y empleado hoy por la Fundación de Software Libre.

Posteriormente, cuando Manning fue arrestado, diversos investigadores federales interrogaron a todas las personas que entraron en contacto con el soldado durante esos días. Desde el mes pasado, muchos de ellos han acudido a la zona de Washington a testificar ante un gran jurado, que dirime si procede presentar cargos civiles contra las personas y organizaciones relacionadas con la filtración de documentos de WikiLeaks por supuesto espionaje.

El Ejército tuvo muestras de que la salud emocional de Manning no pasaba por buenos momentos días antes de ser destinado a Irak. Un conocido de Washington que prefiere mantener el anonimato debido a la investigación judicial ha revelado a este diario que en aquellos meses el soldado tuvo diversos encontronazos con otros miembros de las tropas, a los que acusó de homófobos. Al joven Manning se le sometió a un acoso constante en los barracones militares, hasta el punto de que fue agredido y, consecuencia de ello, se orinó en sus pantalones. Sus superiores le sometieron a una evaluación psiquiátrica. Simultáneamente, él buscó tratamiento fuera de la base, dado que la ley le prohibía hablar de su homosexualidad dentro del Ejército. A pesar de las muchas señales de la inestabilidad de Manning, sus superiores decidieron reciclarle y enviarle a Irak. Él aceptó sin expresar dudas.

En octubre fue trasladado a la base de operaciones Hammer, al este de Bagdad. Inmediatamente, desde su mesa de analista de inteligencia, utilizó los ordenadores militares para actualizar su estado en Facebook: "Estoy en Irak, tengo Internet de alta velocidad". En su aislamiento, la frustración solo creció y así lo refleja su perfil. En pleno desierto dijo sentirse "emocionalmente herido" y "mental y físicamente exhausto". El 4 de noviembre escribió: "De nuevo traicionado". El tono es el de alguien angustiado. Ocho días después le ascendieron de soldado raso a especialista de inteligencia. Sus fotos en Facebook revelan una considerable pérdida de peso y muestran a una persona con mirada distraída y expresión melancólica. Menos de un mes después aseguró sentirse "olvidado, tan pronto".

Sus superiores le concedieron un permiso de dos semanas el 21 de enero de 2010. Regresó a Washington y a Boston, donde se reencontró con Watkins, aunque su relación con él estaba ya acabada. En esa visita conoció a David House, un informático que regentaba el hackerspace BUILDS, en la Universidad de Boston. House se define como un "defensor de la transparencia gubernamental". Fue la única persona que visitó a Manning en prisión, aparte de su familia y su abogado, cuando este se hallaba en prisión preventiva en Virginia, antes de ser trasladado a Kansas. "Conocí a Bradley en enero de 2010, en un acto con bastante gente en el que debatimos sobre software libre. Se notaba ya que era una persona con ideas interesantes", asegura.

Su asociación con Manning le ha costado a House un control exhaustivo por parte del FBI. Según ha denunciado, unos agentes de ese cuerpo policial le retuvieron en el aeropuerto de Chicago en noviembre de 2010 para registrar y copiar el disco duro de su ordenador. "Nos ha sucedido a todos los que conocimos a Bradley en Boston, nos han sometido a un elevado grado de control", explica a EL PAÍS.

En la primera tanda de cargos que se presentaron oficialmente contra el soldado se asegura que la sustracción de documentos y su filtración a WikiLeaks se produjeron entre el 19 de noviembre de 2009 y el 27 de mayo de 2010. Según fuentes de la investigación contactadas por EL PAÍS, los investigadores dicen tener indicios a través de conexiones cifradas a WikiLeaks que demostrarían que alguien con un nombre idéntico al de Manning se conectó al servidor de esa organización el 29 de enero de 2010, desde Boston, usando una cuenta de correo de gmail.

Al regreso a Irak, el 11 de febrero, Manning escribió en su muro de Facebook algo que recoge su decepción tras la ruptura con su novio y probablemente sus impresiones sobre los documentos secretos a los que, según las investigaciones militares, habría accedido: "Cuando las cosas acaban, por lo menos hay algo de paz en este mundo podrido". "No tengo nada que esconder", añadió. "Solo me queda el sentimiento de que ya no me queda nada". Fue arrestado el 26 de mayo. Desde prisión llamó a su tía, Debra van Alstyne. Le dio la contraseña de su cuenta de Facebook y le ordenó dejar un mensaje a sus amigos: "Algunos habréis oído que se me ha arrestado por revelar información clasificada a personas no autorizadas". Adjuntó un enlace a uno de los vídeos por cuya filtración se le ha procesado, en el que se ve un ataque indiscriminado de soldados estadounidenses en Bagdad, en 2007, en el que murieron 12 civiles.

Manning pasó nueve meses en una prisión preventiva en la base de los Marines de Quantico. A principios de año se le puso brevemente en régimen de prevención de suicidio, lo que le obligaba a dormir desnudo y sin sus gafas, aislado en su celda de seis metros cuadrados 23 de las 24 horas del día. En abril se le trasladó a una cárcel de seguridad media de Fort Leavenworth, en Kansas, donde comparte módulo con otros tres presos. El juicio se llevará a cabo en los próximos meses.

El soldado Bradley Manning, en una foto obtenida de su perfil de Facebook.
El soldado Bradley Manning, en una foto obtenida de su perfil de Facebook.

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