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Tijeretazo en el gasto público

El gobernador toca a rebato

El Banco de España exige a las comunidades decisiones "enérgicas" de recortes del gasto - Ordóñez: "Cumplir el déficit es crucial para la credibilidad de España"

Las comunidades autónomas tienen la llave del cumplimiento de los objetivos de déficit para este año. Y el primer balance del Ministerio de Economía arroja un resultado poco alentador: 9 de las 17 autonomías registraron un déficit superior a lo esperado. Ayer, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, tocó a rebato para que, ya transcurridas las elecciones del 22-M, comunidades y Ayuntamientos pongan a raya sus cuentas para que el conjunto de las Administraciones públicas españolas cierren el año con un déficit del 6%, el límite de consolidación fiscal al que España se ha comprometido para este año con Bruselas.

"Deberíamos esperar que, a partir de ahora, las autoridades autonómicas y locales no retrasen más las decisiones enérgicas de reducción del gasto que son imprescindibles para cumplir con esa meta global", señaló Ordóñez en su intervención en la 27ª reunión del Círculo de Economía, que se celebran en Sitges. Las comunidades deben cerrar el año con un déficit del 1,3%, según acordaron con el Ministerio de Economía en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Sin embargo, en solo tres meses consumieron casi la mitad de ese límite al registrar un desequilibrio del 0,46%, el doble que el año pasado. Cataluña incluso ha anunciado que duplicará el objetivo anual y se situará en el 2,66%. "La tarea, nada fácil ahora, consiste en que todos los niveles de gobierno cumplan este año rigurosamente sus compromisos de ajuste", demandó el gobernador, tras constatar que el año pasado se cumplió el Pacto de Estabilidad "estrictamente".

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Ante la plana mayor del empresariado catalán, Ordóñez se alineó con el discurso mayoritario de estas jornadas sobre la necesidad de aplicar políticas de austeridad para regresar a la estabilidad presupuestaria. Solo el premio nobel de Economía de 2001, Joseph Stiglitz, se apartó de esa tónica al denunciar que esas medidas llevan a Europa a una salida "débil" de la crisis económica. Ordóñez sostuvo, en cambio, que "en cuanto a la consolidación fiscal hay poco que decir y mucho que hacer".

El gobernador, preguntado por los empresarios, no quiso valorar el nivel de déficit catalán ni los recortes que esta semana ha presentado el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, al que definió como "mi buen amigo", pero sí sostuvo que los mercados no entenderán los problemas particulares de las comunidades. "Incumplir el déficit sería mandar un mensaje negativo al mercado", abundó. Aun así, admitió que la tarea requiere un "esfuerzo inmenso", puesto que lograr las metas fijadas suponen rebajar el déficit en más de cinco puntos en solo dos años. Los efectos, dijo, serán inmediatos: España será un país con un déficit todavía elevado, del 6%, pero con una de las deudas públicas más bajas dentro de los grandes países de la Unión Europea.

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Sobre las cuentas catalanas de este año hablaron ayer por la tarde Mas-Colell y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, que se reunieron tras la intervención de este último en el hotel de Sitges donde se desarrollan las jornadas. Campa reiteró el mensaje que ha venido dando el Ministerio de Economía ante la perspectiva de desviación del déficit: la reducción es una prioridad "absoluta" y la ejecución presupuestaria será consistente con las metas fijadas.

La reducción del déficit hasta un escenario de estabilidad es, según Ordóñez, una de las tres reformas necesarias para que España pueda volver a la senda del crecimiento económico. Las otras dos patas las constituyen la reforma de las cajas de ahorros y la del mercado laboral. El gobernador insistió en la necesidad de esta última y, ante quienes la "minusvaloran" porque creen que sus efectos no se verán a corto plazo, aseguró que una "modesta" reducción de la tasa de paro tendría "consecuencias muy favorables" sobre "la confianza interna y externa" de la economía española. En su opinión, los cambios en la legislación laboral son inevitables. Si España ya no cuenta con la herramienta de la devaluación, razonó, la reforma del marco institucional del empleo es "imprescindible" para aumentar la productividad, recuperar competitividad y el crecimiento.

Fernández Ordóñez, en cambio, señaló los avances en la reforma del sistema financiero, después de que las primeras rondas se desarrollaran con mayor lentitud. Sostuvo que el nuevo mapa de cajas se está cerrando de forma adecuada e indicó que hay cuatro o cinco entidades que tendrán una intervención del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El gobernador aseguró, no obstante, que si alguna operación fracasara, no habría problema en realizar una asignación competitiva como la que, dijo, se empleó en "el caso de la Iglesia, con Cajasur".

Pero Ordóñez fue especialmente rotundo con la posibilidad de que algunos países puedan reestructurar su deuda y aseguró que "un pilar básico de la economía de mercado" es el pago de las deudas. Ordóñez auguró que Grecia deberá adoptar soluciones "durísimas", desde "privatizar medio país" hasta rebajar las pensiones.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

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