"Nunca pido factura ni tique para que nadie crea que lo cargo a protocolo"
El presidente valenciano: "Jamás hablé con Álvaro Pérez de actos del Gobierno"
El presidente valenciano, Francisco Camps, a un paso de sentarse en el banquillo por un delito de cohecho impropio relacionado con la red Gürtel de corrupción, se vio obligado a responder a las preguntas que el juez José Flors y la Fiscalía Anticorrupción le hicieron el 20 de mayo de 2009. Una explicación que, a la vista de los pasos dados por el magistrado desde entonces, resultó poco convincente y que hoy reproduce EL PAÍS en parte en estas páginas y en la página web (www.elpais.com) de manera íntegra.
Camps será juzgado por haber aceptado presuntamente regalos que le hacía Álvaro Pérez, El Bigotes, jefe valenciano de la trama Gürtel. Una práctica que, según la investigación avalada por numerosos jueces en Madrid y Valencia, la red utilizaba para ganarse la confianza y el favor de los altos cargos de las Administraciones del PP donde concurría para conseguir contratos. En Valencia la trama logró adjudicaciones millonarias supuestamente amañadas y colaboró aparentemente en la financiación ilegal del PP regional. Por ambas cuestiones cinco jueces acaban de imputar al círculo de confianza de Camps en el partido y en el Ejecutivo autónomo.
¿Qué le debe a usted?: "La idea de una Comunidad fuerte"
"En la farmacia de mi esposa pasaría Álvaro y le devolvería el regalo"
"Si nadie me reclama el traje, es que yo he pagado el traje que me llevo"
"Tenemos claro que hay cosas que no se nos tienen que regalar ni ofrecer"
Ese paso demorará algunas semanas, puede que un mes, la decisión de Flors de abrir o no juicio oral contra el presidente Camps. El Tribunal Superior de Justicia valenciano debe dilucidar ahora si los nuevos delitos se incorporan a la llamada causa de los trajes. Lo que sigue es un resumen de la declaración.
Juez. ¿Tiene alguna especial relación de amistad con Álvaro Pérez? ¿Frecuenta usted la amistad de este señor?
Camps. No, la relación ha sido de partido durante todos estos años, es el que ha organizado los actos del partido y mi relación ha sido siempre en los grandes actos del partido en la Comunidad Valenciana, porque me ha gustado siempre supervisar el ingenio, la innovación, los atriles, la iluminación, para dar un ritmo de modernidad a lo que eran los actos del partido. Y esa es la confianza que el partido depositó en él durante estos años y es la única relación que yo he mantenido con él.
J. ¿Además de los actos del partido, parece ser que [Álvaro Pérez] ha organizado diversos actos para la Administración de la Generalidad Valenciana?
C. Si, eso es lo que parece...
J. ¿Le consta a usted?
C. Bueno me ha constado durante, fundamentalmente, estos días que he visto la petición, entre otras muchas cuestiones por parte de este tribunal, de la relación de actos que ha podido realizar para la Administración
J. ¿Y con anterioridad no sabía usted que este señor, a quien usted conocía y trataba por realizar actos del partido, también los organizaba para el Gobierno o la Administración de la Generalitat?
C. Podría tener alguna, más o menos, somera idea al respecto, pero tenga usted en cuenta que la Administración autonómica...
J. Perdone, ¿Él [Álvaro Pérez] nunca le ha comentado nada?
C. ¡No! ¡Nunca! Yo he tenido muy clara la división entre el partido y el Gobierno, yo de hecho he intentado siempre que las personas que estaban en el Gobierno no estuviesen en el partido, y que las personas que estaban en el partido no estuviesen en el Gobierno, y esa dicotomía la he mantenido para mí mismo también (...).
J. Lo que deduzco de lo que dice es que usted sí que ha hablado alguna vez con él por actos relacionados con el partido, pero no con actos relacionados ni con la Administración ni con el Gobierno de la Generalitat.
C. ¡Nunca!
J. Sin embargo, parece que ha tenido alguna intervención o pretendía tenerla con la organización de actos que sí que afectan al Gobierno, por ejemplo una visita institucional a Estados Unidos.
C. No, esta persona, supe que conocía, a través de otra persona, a un exembajador de Estados Unidos de Norteamérica en España, que conocía a un gobernador que tenía posibilidades de ser secretario de Comercio con la Administración Obama. Se puso en contacto, pero la realidad es que yo hice esa visita en diciembre y lo hice a través de un antiguo compañero mío, secretario de Estado para la UE de Exteriores, con quien hice la visita a este señor.
J. Lo que quiere decir usted es que sí que ha hablado con [Álvaro Pérez] respecto de organizaciones de actos que afectan al partido pero no respecto de actos que afectan al Gobierno. ¿Eso es lo que usted afirma?
C. Nunca he hablado con él de cosas que tienen que ver con el Gobierno. Ni con la Administración autonómica.
J. Parece ser que por indicación de este señor [Álvaro Pérez], o bien porque le acompañara, usted fue a hacer un encargo de prendas de vestir a un establecimiento de Madrid. ¿Esto es así?
C. Bueno, me habló en un momento determinado, sería en alguna reunión en el propio partido, que él conocía a alguien en una tienda en Madrid que tenía sastrería industrial y que acoplaba trajes ya hechos de confección que quedaban bien, y estaban a muy buen precio. Un día de los que fui por Madrid, me acerqué a la tienda, conocí al señor Tomás, y me presenté y esa es la circunstancia
J. ¿Y adquirió usted allí alguna prenda de vestir, en este establecimiento llamado Milano?
C. En este establecimiento no adquirí ninguna prenda. No hubo manera de que ninguna de las prendas que intentaba acoplarme me viniese bien.
J. Después de este incidente, parece ser que usted también fue a otra tienda regentada por el mismo señor, que se llama Forever Young, donde al parecer también encargó prendas de vestir.
C. Quien me llamó fue Tomás, me dijo que había cambiado de tienda, que estaba en un lugar fenomenal en el paseo de la Castellana, que, por favor, me pasara por allí, que estaba llamando a clientes de la anterior tienda, que había comprado un sistema de confección industrial, no de sastrería, que el precio de los trajes sería interesante. Y allí aparecí, a finales de 2006. Yo le llevé un traje mío, de los que tengo de sastrería, para ver si lo podía mirar, para no perder tiempo otra vez con la chaqueta, el pantalón, etcétera. Bueno, me hizo dos trajes en aquel momento, y luego fui a recogerlos, debió de ser a principios del 2007, recogí los trajes, le pagué al señor Tomás los trajes y me volví.
J. ¿Los pagó en efectivo?
C. Sí.
J. (...) ¿Ha comprado usted o ha encargado alguna otra prenda de ropa en Forever Young?
C. Sí, sí, sí. Cuando esos dos trajes ya me venían, unos trajes también relativamente baratos, pues fui por la tienda, recogí los trajes y me dijo: mira, si te parece, como la cosa va funcionando, bueno ahora le hemos cogido el aire, no sé cuantos... Al final terminé encargando un tercer traje.
J. ¿Cómo satisfizo usted el importe de este traje?
C. En efectivo
J. (...) Y aparte de estas prendas. ¿Ha adquirido usted alguna otra cosa en 2007 y 2008?
C. En el 2007, zapatos, que eran muy bonitos y estaban a muy buen precio.
J. ¿Y eso también lo abonó en efectivo?
C. Sí, en efectivo
J. ¿Y unos pantalones, parece decir Tomás que se llevó juntamente con los zapatos?
C. No, no, no, yo en la tienda solo he comprado trajes, este par de zapatos, y en el 2008 (...) yo fui por allí, estuve viendo prendas. Y lo único que me interesó de allí fue un bléiser azul marino. Recuerdo perfectamente que estaba rebajado a 150 euros (...).
J. ¿También pagó en efectivo?
C. Lo pagué en efectivo, y además no tenía la intención de llevarme la bléiser. No lo había comentado en casa, llevaba el dinero, que como siempre me había preparado mi mujer en efectivo para pagar. Mi mujer es la que lleva la economía doméstica de casa. Y recuerdo que no llevaba la cantidad para poderla comprar. Salí de la tienda y le pregunté al chófer y al escolta si habían [tenían] a bien, si llevaban dinero, dejarme dinero para poderme comprar pues no llevaba dinero suficiente. El escolta me dio 150 euros y pagué el traje y la bléiser, subí al coche y ya no volví nunca más.
J. Ahora escuchará usted el contenido de esta conversación que mantuvo usted con Álvaro Pérez el día 7 de enero de este año. ¿Reconoce ahí su voz?
C. Sí, y la de mi mujer.
J. ¿Y la de Álvaro Pérez?
C. Sí.
J. Habrá escuchado que al principio de la conversación se interrumpe, usted dice: '¡Oye, muchísimas gracias!' Y él le contesta: '¿Has leído el tarjetón?, ¡fíjate lo que te debo!' ¿Esto a qué responde? ¿Tuvo algún regalo?
C. No. Muchísimas gracias, es porque me decía que yo había hecho muy grande el partido político en la Comunidad Valenciana, y que yo sí que era un líder indiscutible del partido, etcétera... No sé si sabrá pero durante estos años viví las circunstancias internas del partido muy complicadas, y bueno, pues mucha gente entiende después de las elecciones autonómicas de hace dos años ganadas por mayoría absoluta...
J. Sí, pero al margen de estas incidencias en el partido, la expresión que utiliza este señor cuando usted le dice: '¡muchas gracias!' Le dice: '¿has leído mi tarjetón?, ¡fíjate si te debo!' ¿Qué le debe este señor a usted?
C. La idea de una Comunidad fuerte y un PP muy fuerte... porque es que en relación con él.
J. ¿Eso es lo que le debe el señor Álvaro Pérez a usted? (...) Insisto en que no tiene usted el deber de contestar, puede negarse o contestar lo que desee, pero en el ámbito del discurso lógico, frente a un agradecimiento de muchísimas gracias y fíjate cuánto te debo, parece deducirse que esa deuda la está compensando con algo. Eso es por lo que yo le pregunto.
C. Yo no sé lo que me debe el señor Álvaro. Mucha gente me dice por la calle: '¡Cuánto le debemos, presidente!' No lo sé, pero en cualquier caso nada que vaya mas allá de lo que es el convencimiento de que, bueno, que dirijo el partido, y lo dirijo bien (...)
J. En ese mismo contexto, el día siguiente al día de Reyes hay otra expresión que según ha dicho usted es de su esposa, que dice: '¡Con el mío te has pasado 20 pueblos!' ¿A qué se refería?
C. Posiblemente era con la pulserita de la niña.
J. ¡No, con el "mío"! Porque después hablan de la pulsera de la niña. ¿Le hizo algún regalo a su esposa, Álvaro?
C. Sí, sí, sí, el regalo que devolvió mi mujer.
J. ¿Qué regalo era?
C. Un reloj
J. ¿De qué características?
C. La verdad es que no lo sé, porque yo intenté ni verlo. Isabel lo tenía clarísimo también. Nosotros, como habrá podido comprobar en la conversación, entendemos que hay cosas que no se nos tienen ni que regalar ni que ofrecer ni que proponer, lo tenemos muy claro desde hace muchísimos años. Soy responsable público en muchas tareas mucho tiempo, y mi mujer conmigo ha compartido un criterio claro, de que no podemos recibir regalos de nadie, y que por tanto, de una manera o de otra, vamos devolviendo los regalos
J. ¿Y cómo devolvió el reloj?
C. Creo recordar que fue en la propia farmacia de mi mujer, que pasaría Álvaro por la farmacia y le devolvería el regalo.
J. ¿Qué regalo era el de la niña?
C. Creo, por lo que luego me ha contado mi mujer, porque yo no lo vi, que era una pulserita de estas de cuero con una medallita que ponía no sé qué lema.
J. ¿Y también eso se devolvió?
C. ¡Todo, todo se devolvió!
J. (...) ¡En la farmacia!
Fiscal. Dice que pagaba en efectivo. ¿Tiene algún recibo, factura o algún documento que acredite que hiciese el pago en efectivo?
C. El traje. ¡Yo pago y me llevo el traje! Y si nadie me reclama el traje es que yo he pagado el traje que me llevo.
F. En ningún caso reclamó un documento dada la posición que ocupa, la posibilidad de que pudiera...
C. Justo por eso, ¡fíjese! Yo llevo muchos años no pidiendo ni tique ni factura cuando yo he pagado por ahí para que nadie crea que yo luego eso lo cargo a protocolo de nada. Justo por esas circunstancias tampoco utilizo la tarjeta de crédito nunca, la utiliza mi mujer; la tarjeta de crédito que tengo es una tarjeta que pago casi más de cuota que de gasto que hago con ella, porque he entendido siempre que como responsable político y dadas las circunstancias que recuerdo cuando era concejal en los años noventa, que era mucho mejor dejar claro que la tarjeta era de mi mujer, por tanto que es dinero nuestro, y que si yo pedía factura o tique... He cogido taxis en Valencia alguna vez y, jamás he pedido obviamente tique como sí que hacen muchos funcionarios o personas que trabajan para empresas, para que nadie crea que hay una especie de cuenta de protocolo que paga ni trajes, que paga ni cafés, que paga.
F. Pero precisamente para que constara que es un gasto personal que usted no imputaba a ninguna cuenta ni a ningún gasto. ¿No reclamó ninguna documentación justificativa del mismo?
C. ¿Pero que más justificación que el propio traje que yo me llevo de la tienda de forma pacífica? Es que nunca he pensado, jamás en mi vida, que comprarse algo en un sitio y llevárselo y pagarlo en metálico... Si fuese a reclamar luego. No me desgravo esas facturas, no las incluyo en ningún gasto de protocolo, mi mujer se fía de mí porque es la que me da el dinero, que es ante quien respondo, y ella ante mí, y no tiene sentido otra cosa, creo yo.
F. Cuando dice que su mujer es la que le da el dinero, la que gestiona la economía doméstica, ¿es la encargada de ir al banco a?
C. ¡Todo! ¡Todo, todo, todo!
F. Ese dinero en metálico que le da, ¿lo saca ella del banco?
C. Todo, todo. Lo saca del banco o de la caja de la farmacia, porque ella tiene una farmacia, y bueno, esa es nuestra vida.
F. ¿Y usted tiene los extractos del banco que acrediten que en esas fechas ha efectuado las [retiradas] de dinero?
C. Bueno, estamos hablando de cantidades, sí, hay un movimiento de dinero que sale del banco de ella, vamos, de la cuenta corriente que ella es la que maneja, pero en cualquier caso ya le digo que ella tiene una farmacia, tiene dinero en efectivo y compra ella porque tiene dinero.
Letrado de la defensa. ¿En alguna otra compra particular, a usted se le ha ocurrido pedir una factura de lo que compraba?
Camps. No
L. ¿Por qué no utiliza la tarjeta de crédito personal, podía ir a Forever y pagar con la tarjeta?
C. Porque no lo hago nunca, porque nos arreglamos mejor en mi casa así, y por lo que le he dicho antes, creo que quedó en el imaginario colectivo el uso de tarjeta por parte de políticos como si la tarjeta fuese a una cuenta corriente.
L. ¿Para que no le vean utilizar la tarjeta? ¿Por imagen?
C. Sí. Bueno, al final uno va tomando decisiones de imagen, ¿no? De la forma de vestir, de la forma de comportarse.
L. ¿Todo lo suyo lo paga en efectivo?
C. Sí, bueno, si voy con mi mujer, siempre paga mi mujer.
Juez. Ante esa costumbre de pagar en efectivo, normalmente quien así lo hace suele pedir el tique de compra, simplemente para que cuando pase con la bolsa por la puerta de salida si suena algún artilugio electrónico pueda justificar la compra. Usted, a pesar de eso, ¿no pide nunca tiques de compra?
Camps. Bueno, estamos hablando de una tienda en donde el encargado era el que me daba el traje y yo lo pagaba.
J. ¡Es que yo he entendido que su modo habitual de actuar es no pedir nunca tique de compra!
C. Nunca pido tique, efectivamente, nunca pido tique.
J. ¿Y lo poco que compra no pide nunca tique de compra?
C. Nunca.
J. ¿A pesar del riesgo de pasar con la bolsa por la puerta?
C. Bueno, vamos a ver, si es de ropa, si es por el lugar por donde se pasa por el lugar donde puede haber algún tipo de..., he ido con Isabel, he ido con mi mujer.
J. ¿Quiere usted decir algo que no se le haya preguntado y considere de interés para esclarecer estos hechos?
C. Sí, que niego la mayor. Esto sinceramente no tiene sentido alguno, a mí nadie nunca jamás me ha pagado un traje, nunca, que no lo habría permitido. ¡Nunca, que me pagasen un traje! Qué sentido tiene que alguien me pague un traje. Y que he intentado siempre tener clara la diferencia entre mi vida personal y mi vida política. Y en la vida política, mi vida como presidente de la Generalitat, y como presidente del partido. Y que creo durante estos años haberlo conseguido.
La grabación que oyó el presidente
7 de enero de 2009, 22.38.
Álvaro Pérez. ¿Has leído mi tarjetón?
[la comunicación se interrumpe y continúa después].
Camps. Muchísimas gracias, ¿eh?
Á. Bueno, escucha, tú... ¿Has leído mi tarjetón?
C. Sí, sí, sí...
Á. Bueno, pues fíjate, fíjate si te debo...
C. Bueno, yo quiero que nos veamos con tranquilidad para hablar de lo nuestro... que es muy bonito.
Á. Cuando tú quieras, y te dejen, y puedas...
C. Un abrazo, te paso con Isa .
Isabel. Con el mío te has pasado 20 pueblos.
Á. ¿Qué dices?
I. (...) No, en serio, no me lo voy a quedar.
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