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Intervención policial en la Xunta

Feijóo aparta a los dos altos cargos implicados en un caso de corrupción

María Fernández

Con la resaca del resultado electoral, el PP gallego ha vivido esta semana un tsunami en las propias entrañas del Gobierno autónomo de Alberto Núñez Feijóo. El pasado martes fueron detenidos el director y uno de los subdirectores del Igape, un organismo dependiente de la Xunta de Galicia que se dedica a impulsar el desarrollo de las empresas y que maneja cada año más de 300 millones de euros. Otras 13 personas corrían la misma suerte en el marco de la Operación Campeón, que intenta destapar una trama dedicada al fraude de subvenciones públicas. Los cimientos de la consejería de Economía e Industria temblaron cuando la juez de Lugo Estela San José, una joven que ha dirigido sonadas investigaciones, ordenó por sorpresa un registro en la propia sede del organismo bajo la sospecha de que, desde dentro, una red de empresas recibía información sobre cómo defraudar ayudas con facturas falsas e inversiones ficticias.

Agentes del servicio de Vigilancia Aduanera se incautaron de documentación, ordenadores y agendas del director, Joaquín Varela de Limia, que ingresó inmediatamente en prisión. De Limia, un profesional con un sólido currículo y una carrera forjada en la consultora PriceWaterhouseCooper, no llevaba ni dos años al mando del Igape, al contrario que su segundo, Carlos Silva, un veterano directivo que medró en la última etapa de Manuel Fraga al frente del Gobierno gallego.

Las principales sospechas recayeron sobre Jorge Dorribo, un empresario que desde 2006 y con dos Gobiernos distintos en la Xunta logró de la administración 5,4 millones de euros en ayudas a fondo perdido y en forma de créditos blandos. De ellos, casi cuatro millones recibieron el visto bueno del organismo que dirigía Varela de Limia entre diciembre de 2010 y el pasado mes de marzo.

Tras los interrogatorios, la juez dejó en libertad con cargos a todos los detenidos excepto a Dorribo, que está en prisión sin fianza. Las sospechas apuntan a la posible comisión de delitos de blanqueo de capitales, alzamiento de bienes, evasión fiscal y falsedad documental. El empresario era famoso por su alto tren de vida. Amante de los coches caros y de los proyectos grandilocuentes, forjó su imperio desde la empresa Nupel, una envasadora de medicamentos que nació hace 25 años con un solo producto: grasa para cazadoras de cuero.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, descolocado en los momentos iniciales por una noticia que nadie esperaba y que sorprendió en círculos políticos y empresariales, se desmarcó inmediatamente de toda actuación sospechosa anunciando que se personará como afectada en el proceso. Su consejero de Economía, Javier Guerra, defendió sin embargo la gestión de los directivos que, "de muto acuerdo", fueron apartados de sus cargos el viernes. La oposición del PSOE y el BNG, indignada por las escasas consecuencias políticas del suceso, pide la cabeza del consejero. Es, recuerdan, la primera vez que se ordena una intervención policial en un organismo de la Xunta.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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