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Reportaje:Barcelona celebra la 'Champions'

Primavera 'culé'

Una multitud siguió el triunfo del Barça en los conciertos del Fórum

En una imagen insólita para un festival musical, un verdadero gentío siguió el partido de fútbol que anoche coronó al Barça como campeón de Europa. A través de tres pantallas situadas en la explanada frente al escenario, los asistentes, al menos los culés, disfrutaron antes de que la música volviese a tener protagonismo. Los ingleses allí presentes, bastantes, acogieron resignadamente la derrota con el consuelo de que les quedaban aún horas de música en directo para olvidar las penas.

El ambiente en la explanada, saludado incluso por los presentadores de TV-3 que realizaban la retrasmisión desde Londres, deparó momentos de alegría para ambas aficiones. Los ingleses, tapados como espías, con muy pocos de ellos vestidos con la camiseta red o bien portando bufandas con los colores de los dos contendientes a cada extremo, se descubrieron con el gol de Wayne Rooney al levantarse entre una multitud que permaneció sentada al ver que el Manchester United empataba el partido. Con el paso de los minutos, su conducta fue aplacándose; su actividad se orientó al mordisqueo nervioso de los vasos o bien se dirigían al vallado que delimitaba el espacio para allí, frente al mar, miccionar.

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30.000 'culés' al grito de "¡¿por qué?!"
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Por cierto, era fácil saber quién de los que orinaban era inglés: tardan siempre más que un espécimen nacional.

Por lo demás, se notó que el seguimiento del partido tenía lugar en territorio indie porque las muestras de alegría o contrariedad siempre fueron sobriamente contenidas. El griterío propio de un bar en futbolera ebullición apenas se dejó notar y el público se permitió tres solas explosiones de alegría, las correspondientes a los tres goles culés.

Los ingleses, dicho queda, celebraron su gol levantándose del suelo hasta parecer pinos en una playa. Otro detalle indie: durante el descanso, con la tensión del empate en el aire, sonó, no como ocurre en los bares, Robert Wyatt. Genio y figura.

Mientras tanto, el resto del festival siguió funcionando con menos asistentes, aunque los escenarios no se vaciaron. Un espectador del partido expresó el sentimiento de los futboleros al decir: "Mis amigos han ido a ver a Blixa, pero yo quiero ver esto, a Blixa le puedo ver el año que viene".

Eso permite pensar que los que declinaron el asunto del músculo y el pantalón corto debieron de campar a sus anchas dando rienda suelta a conversaciones sobre la importancia de Soft Machine en la música de Tortoise sin que nadie les recordase que el resto del mundo seguía pendiente de una pelota. Pero detenida esta, proclamado el Barça campeón, resignado el Manchester al subcampeonato, la música se volvió a convertir en el guión de una noche a la que por unos minutos el Barça y su fútbol dieron color azulgrana. A diferencia del resto de Cataluña, a partir del silbido final, el fútbol perdió su protagonismo.

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