El PSOE andaluz cierra filas con Griñán para impedir un congreso
Los socialistas creen "mejor" que haya un solo candidato en las primarias
"No es el momento de pensar en nosotros mismos sino en los ciudadanos". Esta frase del secretario general del PSOE de Andalucía, José Antonio Griñán, se ha impuesto en el PSOE de Andalucía con vistas al comité federal del próximo domingo. Los socialistas andaluces no apoyarán de ninguna de las maneras la celebración de un congreso extraordinario como ha pedido el lehendakari, Patxi López, y sí un proceso de primarias en el que si "hay un candidato único, mejor", en palabras del secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia.
Griñán, como el resto de los barones territoriales, ha sido convocado mañana por la dirección federal para abordar el trascendental cónclave del día siguiente. La opinión del secretario general es firme por cuanto considera, como dijo el pasado lunes, que sería una "error de libro" convocar un congreso. Esta opinión es compartida por la mayoría de los secretarios generales provinciales, si bien algunos de ellos no han mantenido una conversación con la dirección regional al respecto.
El presidente considera un "error de libro" convocar un cónclave ahora
Fuentes cercanas al presidente de la Junta afirmaron ayer que la posición de Andalucía será "unánime" y que el adelanto del congreso abocaría de manera inevitable a un adelanto de las elecciones generales. Consideran que la llamada a las urnas sería muy negativa para un país bajo la lupa de los mercados.
Un adelanto, además, pondría en un brete al propio Griñán, que ha dicho no una sino varias veces que las elecciones andaluzas serán el 4 de marzo de 2012. Al PSOE andaluz siempre le ha venido bien la coincidencia, aunque tras el varapalo del 22-M quedan muy pocas certezas en pie.
Estas fuentes indicaron que desde una lectura de reparto de poder interno, a la actual dirección regional sí le convendría un congreso porque los "siete cargos" que ahora representan al PSOE andaluz en la ejecutiva federal serían elegidos por Griñán. Los que ahora acompañan a Zapatero en Ferraz fueron propuestos por la ejecutiva que dirigía Manuel Chaves, presidente del partido y uno de los sillones que quieren conservar.
En contra de un congreso extraordinario se manifestaron los líderes de Málaga, Miguel Ángel Heredia; de Huelva, Mario Jiménez; de Granada, Teresa Jiménez; y de Córdoba, Juan Pablo Durán. Todos ellos utilizaron palabras similares: no es el momento de mirarse el ombligo, ni de abrir una etapa de convulsión orgánica, sino de responder a los problemas de los ciudadanos para recuperar el terreno electoral perdido en las elecciones municipales del pasado domingo en las que por primera vez la derecha superó al PSOE por 300.000 votos. Pero esta es la opinión del aparato socialista, lo cual no quiere decir que haya referentes y miembros destacados del PSOE que opinen justo lo contrario. Que esa opinión se vaya a manifestar públicamente es más que improbable, porque hay mucho desconcierto interno en esta organización. Las elecciones autonómicas están casi a la vuelta de la esquina y si la pérdida de poder local ha sido grave para el PSOE, lo que puede suponer pasar a la oposición en Andalucía sería aún mucho peor.
Una prueba de que, por ahora, nadie va a cuestionar los argumentos de la ejecutiva es que nadie pidió ayer la palabra en la reunión del grupo parlamentario tras las intervenciones de Mario Jiménez, de la secretaria de Organización, Susana Díaz, y del propio Griñán. Los diputados se tomaron al pie de la letra la frase de que no toca hablar de ellos mismos. Todos callaron. En esta reunión, Díaz reconoció que además de la crisis y el paro, habían influido causas achacables al Gobierno andaluz como la reforma del sector público que ha puesto en pie de guerra a los funcionarios de la Junta -la principal empresa de la comunidad- y la gestión del caso de los ERE.
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