¿Haces arte o trabajas?

En la última década, una cantidad imprecisable de artistas jóvenes ha tomado Berlín. "Soy artista", dicho sin rubor ni mayores explicaciones, es una respuesta pasmosamente habitual si uno pregunta "¿a qué te dedicas?" entre los parroquianos de cualquier bar de Berlín-Neukölln, por ejemplo. Hay zonas donde es más probable dar con un artista que con un mecánico. Dado el caso, es fácil que el mecánico sea también artista plástico. Eso sí, aquellos que no tienen otra fuente de ingresos que el trabajo artístico viven, según ayer reconocía riendo el madrileño Javier Chozas, "de milagro".

Entre los más de 200 artistas españoles censados en la capital alemana, la Embajada de España eligió a 21 (de Tere Recarens a Ignacio Uriarte; de Gino Rubert a Guillermo Martín Bermejo) para su exposición Destino: Berlín. La inauguró ayer el embajador Rafael Dezcallar en el Studio 1 del centro cultural Bethanien, en el corazón del barrio de Kreuzberg. La muestra permanecerá abierta hasta el 17 de junio en lo que un día fue centro okupa y, mucho antes, la capilla del hospital diaconal de Berlín. Los 21 artistas viven en la capital alemana. Con cierta inexactitud de fechas, la comisaria de la muestra, Creixell Espilla-Gilart explicaba ayer que "pertenecen a la generación nacida después de la dictadura y que ve a Europa como su casa".

El marco es lo primero que cabe encomiar de la muestra. Pasada la entrada principal del edificio neorrománico que domina el flanco oeste de la Mariannenplatz de Kreuzberg, el visitante debe subir una escalera para acceder a la antigua capilla. Donde estuvo el altar encontrará, colgando del techo, el Escudo de armas de Paul Ekaitz. Corren por el suelo los colores de las banderas esculpidas en el blasón familiar: el verde, el rojo, el negro, el amarillo y el blanco de España, Alemania, Andalucía y País Vasco. Estos chorretones de pintura de los cuarteles heráldicos de los ancestros se prestan a una metáfora sobre el desarraigo del expatriado. Ekaitz, que estudió aquí con Rebecca Horn, es uno de los berlineses más veteranos de la muestra.

Las naves laterales y la galería de la vieja capilla albergan obras de artistas dispares en sus temas y en sus técnicas. Sobre la razón de la mudanza a Berlín, Luis Miguélez habla de la "libertad"; Chozas, del "respeto" y Amparo Garrido, de "ruptura". Y todos reconocen que los bajos alquileres también son un gran reclamo.