Los partidos minoritarios se replantean su situación tras su generalizado descenso
La fuerza con la que Bildu ha irrumpido en las elecciones ha desbancado a partidos como Hamaikabat, EB o Aralar, que, a pesar de las advertencias de las encuestas, aún se muestran sorprendidos por la fuerza de la coalición formada por la izquierda abertzale, EA y Alternatiba. Dichas formaciones, que en algún caso han quedado reducidas al mínimo y prácticamente sin representación en las principales instituciones, inician ahora un periodo de reflexión que va desde repensar el enfoque de sus discursos para acomodarse al nuevo escenario hasta tener cerca el fantasma de la disolución.
Todo ello, a pesar de que muchos matizan los resultados: Bildu "hace mal si piensa que todos esos son sus votos; les ha votado gente de muchos sectores, impulsada por las injusticias de los tribunales o porque quieren que ETA desaparezca", sintetiza Iñaki Galdos, de Hamaikabat.
Galdos: "Bildu hace mal si piensa que todos los votos que ha logrado son suyos"
La ejecutiva de Aralar se reunió ayer para analizar unos datos que han dejado al partido sin representación en las Juntas Generales de Vizcaya y en Álava, y tan solo una juntera, Rebeka Ubera, en Guipúzcoa. También quedan fuera de las tres capitales vascas -en San Sebastián han pasado de participar en el gobierno municipal a quedar sin representación-. Su vicecoordinador, Jon Abril, pidió reflexiones y trabajar para lograr la paz. Disolución no parece ser una palabra que pasa por este partido, uno de los más consolidados y con más parlamentarios en la Cámara vasca (cuatro) entre los que han perdido representatividad por el efecto Bildu.
Sí flota sobre las conversaciones de otros partidos, como Hamaikabat (H1!), la escisión de EA creada en 2009, que por su juventud y por el desconocimiento que arrastra en parte de la ciudadanía ha sido una de las formaciones más castigadas. El partido que lidera Galdos celebrará una asamblea nacional el 4 de junio para valorar la causa de haber obtenido el 2,69% de los votos -9.299- que desembocará en un congreso extraordinario el 16 de julio. Galdos niega que se plantee la disolución. "Tenemos mucho que decir en política", recalca.
EB también se lamenta de los resultados, que achaca a su crisis interna, Bildu y la pérdida de representación que ha conllevado romper la alianza con Aralar de 2007. Su coordinador general, Mikel Arana, habla de "refundación", de renovar la dirección y la estrategia tras perder representación en las tres capitales, aunque mantiene dos junteras que podrían ser claves en Álava y una en Vizcaya.
Bildu no es el problema de UPyD que, sin embargo, también ha cosechado cifras negativas. El partido de Rosa Díez concurría por primera vez en unas elecciones municipales y forales en las tres capitales, Getxo e Irún y en cinco circunscripciones de las tres provincias para las Juntas Generales. La esperanza era lograr al menos un juntero en Álava, recuerdan fuentes del partido, aunque finalmente no se ha logrado este objetivo. La formación reúne hoy a su consejo territorial.
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