Grecia asume nuevos recortes por valor de 6.000 millones
El Gobierno venderá activos públicos "inmediatamente"
Grecia idea sobre la marcha más y más medidas para ajustarse a las exigencias de la Unión Europea y huir del castigo de los mercados. El primer ministro, Yorgos Papandreu, reunió ayer a su Gobierno durante casi seis horas para explicar la nueva oleada de austeridad que permitirá arañar otros 6.000 millones de euros, el 2,8% del PIB. El Ejecutivo discutió iniciativas adicionales, además de la aceleración de otras ya en marcha, como las privatizaciones, clave para la UE.
El Consejo de Ministros está "decidido a continuar con los programas de consolidación fiscal" para ajustarse a las metas de déficit, según un comunicado divulgado ayer por el Ministerio de Finanzas. Aunque este departamento rehúsa concretarlas, la prensa griega apunta a una combinación de medidas para reducir el gasto y elevar los ingresos. Entre ellas figuran nuevos recortes salariales para los empleados públicos, más subidas del IVA, la eliminación de exenciones fiscales e incluso el hasta ahora sorteado despido de funcionarios. Lo que sí concreta el Ministerio es que se venderán "inmediatamente" algunos de los activos públicos, como la compañía telefónica, el banco postal, dos puertos y dos empresas de agua.
Plantea subidas de impuestos y más rebajas de sueldo a los funcionarios
Con esta agenda bajo el brazo, Papandreu mantendrá hoy encuentros decisivos con los líderes de la oposición (salvo el Partido Comunista) para propiciar otra de las demandas europeas: un gran pacto político en torno a los ajustes. Los datos demuestran que, pese a haberse reducido mucho en un año, la evolución del déficit no cumple las expectativas: en los cuatro primeros meses del año ha crecido un 13,7% respecto al mismo periodo de 2010. Las medidas discutidas ayer se concretarán una vez se presenten a la oposición y a la troika (representantes de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional).
Los encuentros de alto nivel con Grecia como protagonista van más allá del perímetro ateniense. La canciller alemana, Angela Merkel, recibió ayer en Berlín al presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, para analizar la situación del país. Mientras, la troika sigue su misión con la idea de determinar si Grecia debe optar a nuevas ayudas.
En una nueva muestra de presión incesante al país heleno, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, puso ayer en duda la viabilidad de los planes griegos de privatización y llamó al Gobierno a aplicar reformas con urgencia. "Grecia no puede privatizar 50.000 millones de euros [la marca que exigen los dirigentes europeos] de sus activos en el curso de los próximos años", señaló Rehn en una conferencia organizada por el Banco Central de Austria. Este país es, junto con Alemania, el más receloso a seguir facilitando préstamos a Grecia.
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