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Crítica:70ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

En el huracán

LA ESTUPENDA trayectoria del joven Jon Bilbao se reafirma brillantemente con la publicación de esta obra, muestra perfecta de las leyes no escritas de la novela corta, una obra cerrada y completa, sugerente y apasionante.

En ella, nada sobra y nada falta. El chimpancé que aparece por sorpresa en las primeras páginas sabe el lector que debe ser elemento importante de la resolución. 'Carretera', 'Hotel' y 'Barracón' son los títulos de las tres partes de extensión desigual en que se distribuye lamateria narrativa: preparación, ampliación y concreción, e impresionante desenlace que se proyecta hacia el incierto futuro. El protagonista, un hombre frustrado profesionalmente, viaja sin desearlo a México. Muchos detalles muestran lo desagradable e inoportuno del viaje. La amenaza de un huracán (un símbolo más que evidente) obliga a la población a dirigirse al interior. Es la situación ideal para un encuentro inesperado que pone en duda las certezas del protagonista y le arrastra a situaciones extremas. En un lenguaje escueto pero muy revelador e intenso, el narrador transmite los diálogos, las acciones y las percepciones junto a alguna noticia de hechos del pasado, pero no expresa fuertes emociones ni ofrece valoraciones para que el lector reciba el material narrativo netamente, que dé la impresión de que nadie ha escogido términos o presentado hechos. Percibimos personajes, inermes pero jactanciosos, que creen hasta el últimomomento en su capacidad de dominio aunque la realidad les sobrepasa.

Padres, hijos y primates

Jon Bilbao

Salto de Página. Madrid, 2011

171 páginas. 15,95 euros

Más información
"Obligo a los personajes a sacar sus instintos"

El narrador (y con él el autor) parece estar sorprendido (y, quizás, incluso disgustado) por el comportamiento de sus personajes y cuando es evidente la fábula dibujada por la narración cede las riendas al lector para que se interrogue sobre los hondos problemas humanos planteados y sus consecuencias éticas (omorales). Es como un desafío, se le pide que valore los hechos que acaba de conocer. Y eso sin poder estar seguro (inevitable y admirable ambigüedad de la literatura) de que conoce todo lo necesario y no ha recibido información tendenciosa.

Creo que es un desafío estimulante. Desde luego, el lector se entretiene, se emociona e intriga, pero también cavila y resuelve sobre graves cuestiones.

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