"Veo difícil llegar a acuerdos con Azkuna"
Txema Azkuenaga (Bilbao, 1948), abogado y teólogo, tiene un periplo vital intenso a sus espaldas. Fue sacerdote durante cuatro años, profesor, trabajó en los astilleros Euskalduna y ahora ha recalado en Bildu para "comprometerse con el proceso que vive Euskal Herria", aunque no estará más de una legislatura "por edad". "Hay que dejar paso a la juventud", justifica.
Pregunta. ¿Cómo se puede combatir el efecto Azkuna?
Respuesta. Con mucho trabajo, con mucha paciencia, dando voz a los miles de personas que en Bilbao están integradas en movimientos ciudadanos, tanto de mujeres, como de jóvenes, ecologistas, sociales,... Si conectamos y trabajamos en la buena dirección que propugnan estos colectivos, puede que al final ese efecto Azkuna desaparezca gracias al efecto Azkuenaga, pero sin personalizar en mí, porque sin mi equipo no haría nada.
P. El turismo se ha revitalizado en Bilbao gracias a la proyección internacional y nacional de la ciudad. ¿Seguirá en esa vía?
R. Sobre todo tenemos que pensar en nosotros. Eso no quiere decir que nos tengamos que olvidar de los turistas, porque si nos olvidamos de ellos evidentemente va a repercutir en nosotros. Está muy bien la promoción de Bilbao, siempre que exista también una promoción interna.
P. ¿Qué opina de la eliminación de la deuda en Bilbao?
R. No creo que eliminar la deuda de por sí sea un elemento para aplaudir. Es fácil gastar alegremente en época de bonanza. Lo difícil es gestionar una ciudad cuando hay poco dinero.
P. ¿Cómo entiende las relaciones entre el Ayuntamiento y la Diputación?
R. Tienen que estar basadas en el diálogo, en la confrontación de ideas, de proyectos. Deben ser realistas.
P. La izquierda abertzale acusó a Azkuna de españolista y autoritario. ¿Pactaría con él?
R. Azkuna se siente muy cómodo dentro del Estado español y no está haciendo una política a favor de la cultura vasca, del euskera ni de la construcción de Euskal Herria. Tenemos unos principios que en estos momentos veo incompatibles con el proyecto de ciudad que tiene Azkuna. Veo difícil llegar a acuerdos, pero no nos negamos a dialogar con nadie.
P. ¿Si Azkuna le llamara, qué le exigiría?
R. Cambiar radicalmente la participación ciudadana. El dinero público no se debe gestionar para darle a ganar a empresas privadas, eliminar la ordenanza del espacio público y apostaría por otro modelo de ciudad. Ese modelo de escaparate, elitista,... Yo me dirigiría a los barrios.
P. ¿Descartan algún pacto de antemano?
R. Donde nos han invitado a sentarnos con alguien lo hemos hecho, lo que no puedo decir del PP. Difícilmente llegaremos a acuerdos, porque los programas nos separan diametralmente, pero intentaremos convencerles de algo obvio: que ni EA, ni Alternatiba ni los independientes seguimos las directrices de ETA ni somos un diseño suyo. Defendemos el derecho de autodeterminación de nuestro pueblo.
P. ¿No cree que el sector económico podría temer a Bildu por el modelo que propugna?
R. Podría no, seguro que nos teme. No vamos a destruir el tejido empresarial que hay, pero no podemos mantener un desequilibrio tal que el trabajador pague todas las consecuencias de todas las crisis.
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