Los trabajadores de Foronda piden una solución a instituciones y partidos

"Aquí las instituciones se han echado a dormir, no han hecho nada por el aeropuerto y nos encontramos en esta situación". Así de rotundo es el diagnóstico de David Solas (CC OO), presidente del comité de empresa del aeródromo de Foronda, que vive horas bajas después de que el único vuelo regular de pasajeros echara la persiana en febrero pasado. A tres días de que las urnas dictaminen quienes gobernarán en el Ayuntamiento de Vitoria y en la Diputación alavesa, medio centenar de trabajadores del aeropuerto exigieron ayer soluciones a partidos e instituciones con una protesta ante el Parlamento.

Foronda da empleo a cerca de 500 personas, incluyendo el personal de Aena. Los trabajadores denuncian que el aeródromo está "infrautilizado" y exigen una promoción "planificada y a largo plazo". Según explicaron, no basta con que Foronda conserve algunos vuelos chárter en verano y del Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) y sea la cuarta terminal de carga de España. Por ello pedirán cita a los nuevos gobiernos una vez estén constituidos para exigirles una mayor implicación en el próximo cuatrienio.

El presidente del comité atribuyó en parte la falta de vuelos a la pugna territorial entre Álava y Vizcaya, un tema que puede resultar espinoso para el PNV alavés, que debería refutar la teoría de que la pujanza de Loiu en Vizcaya, donde su partido gobierna en el Ayuntamiento y en la Diputación, ha ido mermando el desarrollo de Foronda.

El representante de los trabajadores aseguró que al día siguiente del anuncio de que había una compañía interesada en fletar vuelos transoceánicos desde Vitoria, los políticos vizcaínos y el aeropuerto vecino se pusieron manos a la obra para llevar el proyecto a su territorio.