_
_
_
_

El juez excarcela a Strauss-Kahn con una fianza de un millón de dólares

- El gran jurado inculpa al exdirector del FMI, que será juzgado en Nueva York - El político socialista francés permanecerá en situación de arresto domiciliario

Antonio Jiménez Barca

Tras pasar tres noches en una celda de 12 metros cuadrados en la peligrosa prisión de Rikers Island de Nueva York, Dominique Strauss-Kahn preparará su juicio fuera de la cárcel. Un juez neoyorquino le concedió ayer la libertad bajo fianza después de imponerle unas condiciones durísimas: un millón de dólares (700.000 euros) en efectivo de fianza y un depósito bancario de cinco millones de dólares; la obligatoriedad de vivir, 24 horas al día y los siete días de la semana, con un brazalete electrónico y bajo la vigilancia permanente de un guardia armado que, además, pagará el propio Strauss-Kahn de su bolsillo. Además, el político socialista francés quedará en situación de arresto domiciliario (todo indica que en la casa de su hija en Manhattan). Tras la vista, DSK volvió a la cárcel a pasar su última noche en prisión a fin de dar tiempo a los abogados y al fiscal para preparar todas las condiciones aceptadas.

DSK llevará un brazalete electrónico y será vigilado por un guardia armado
El acusado debe aportar otros cinco millones de dólares como garantía
Un camarero que abrió la habitación del hotel figura como testigo
Más información
Europa puja en bloque por dirigir el FMI
El FMI inicia el proceso para buscar sustituto a Dominique Strauss-Khan

Así, los abogados del ya ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) convencieron al juez de que el hasta el domingo candidato preferido de los franceses para sustituir a Sarkozy en 2012 no huirá de Nueva York. Para eso presentaron, entre otras cosas, el contrato de alquiler de un piso que la esposa de DSK, Anne Sinclair, la multimillonaria y conocida periodista francesa, ha firmado ya en Manhattan. El fiscal no estuvo de acuerdo y describió a DSK -presente en la sala, vestido con una camisa azul claro y un traje verde oliva, ojeroso y cansado- como una persona de "conducta compulsiva". También su mujer y una de sus hijas, que vive en Nueva York, siguieron la vista en la sala.

Es, por tanto, una pequeña victoria para los prestigiosos abogados penalistas que defienden al ex director general del FMI y que se enfrentan, a partir de ahora, a una verdadera batalla judicial que ya ha comenzado: ayer, un jurado popular compuesto por 20 personas de Nueva York elegidas al azar decidió que las pruebas aportadas por la Fiscalía son suficientes como para inculpar a Dominique Strauss-Kahn de intento de violación a una limpiadora en una suite del hotel Sofitel, en Nueva York.

El miércoles, este mismo jurado popular escuchó el testimonio de la limpiadora, que, según su abogado, Jeffrey Saphiro, insiste en que en ningún momento hubo relación sexual consentida y sí un intento de violación por parte de Strauss-Kahn al que ella se resistió.

Según la prensa estadounidense, hay otros elementos acusadores: las pruebas de ADN han revelado, al parecer, rastros de arañazos en la espalda de DSK, lo que llevaría a pensar en una pelea. La policía también analiza un trozo de la moqueta de la habitación en la que la camarera, según su testimonio, escupió después de que DSK la obligara a realizarle una felación.

Por su parte, el exdirector del Fondo Monetario, en la carta que remitió ayer al organismo anunciando su dimisión, niega las acusaciones y dice que está dispuesto a emplear toda su energía y su tiempo en probar su inocencia.

Poco a poco se van sabiendo más del caso: cuando la empleada del hotel entró el sábado pasado a limpiar la suite número 2.806 del hotel Sofitel, encontró la puerta entreabierta y había una tercera persona dentro, según reveló ayer Le Figaro. Se trata de un camarero que, en ese momento, retiraba los cubiertos de una mesa. Según una fuente del hotel, este camarero indicó a la limpiadora que podía entrar, que la habitación se encontraba vacía. La mujer entró, empujando un carrito con productos de limpieza, y el camarero se fue. Poco después, según la denuncia, Strauss-Kahn surgió desnudo del cuarto de baño e intentó violar a la empleada.

Este tercer testigo podrá aportar varios elementos cruciales. Entre otros, la hora exacta a la que ocurrió todo. Los abogados de Dominique Strauss-Kahn han sostenido que hay ciertas incoherencias en el relato policial en cuanto a esto. En principio, daba la impresión de que las cámaras de seguridad del hotel habían grabado la salida de la mujer de la habitación. Según Le Figaro, esas cámaras solo se encuentran en la planta baja del hotel, en el vestíbulo, y no en los pasillos de las habitaciones.

Mientras, en Francia, que sigue el caso estupefacta, aún noqueada por la impresión de ver el hasta el domingo el político más prometedor acusado de violación, en el banquillo de los acusados, comienzan a calibrar las primeras consecuencias políticas de la caída del ya exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional. Según dos sondeos aparecidos ayer, el gran beneficiario de la caída de DSK es su compañero de partido, el ex primer secretario del Partido Socialista francés François Hollande, candidato declarado ya para las primarias de otoño.Una encuesta publicada en Le Figaro demuestra que, si estas primarias se organizaran ahora, Hollande sería proclamado candidato socialista con un 49% de los votos.

Strauss-Kahn escucha a su abogado durante la vista celebrada en Nueva York.
Strauss-Kahn escucha a su abogado durante la vista celebrada en Nueva York.RICHARD DREW (REUTERS)

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_