Bronca identitaria en Melilla
Duros choques entre el PP y la oposición musulmana
Ni siquiera los viejos del lugar recuerdan una campaña electoral tan crispada como la que vive Melilla. Empezó con una agresión contra el presidente de la ciudad, Juan José Imbroda -que resultó ligeramente herido en el rostro- la noche de la pegada de carteles y desde entonces los incidentes y las descalificaciones se han multiplicado.
La lucha identitaria, casi confesional, que se libra en las calles conlleva el "peligro de libanizar Melilla", advierte Irene Flores, directora de El Faro. Alude a un Líbano en el que musulmanes y cristianos han guerreado durante años.
El enfrentamiento tiene dos protagonistas: el Partido Popular, con Imbroda a la cabeza, que gobierna desde hace diez años y al que los sondeos auguran una nueva victoria, y Coalición por Melilla (CpM), una formación integrada en Izquierda Unida, pero cuyos miembros son musulmanes.
El PP intenta evitar que los carteles musulmanes usen palabras árabes
El PSOE es solo un comparsa que se aliaría con CpM en caso de que juntos dispongan de mayoría para gobernar. Los demás casi no cuentan excepto para restar votos.
A eso sirve, a ojos de la oposición musulmana, el Partido de los Demócratas Melillenses, que tras una larga hibernación reaparece en estas elecciones. Lo fundó Aomar Duddú, el líder de la rebelión de los musulmanes melillenses hace 25 años, que en 1994 se pasó a Marruecos, donde ocupa un cargo de gobernador.
Su renacimiento perjudica a CpM y beneficia al PP, pero este desmiente cualquier relación con el partido resurgido.
Mustafá Aberchán, el líder de CpM, también acusa al PP de vandalismo contra su cartelería, en la que informaba, entre otras cosas, de los abultados gastos de comida del Gobierno municipal. El PP recurrió a la Junta Electoral para que los quitase, pero esta desestimó la petición.
De paso reclamó también que fuera suprimida la palabra inshallah [si Dios quiere] de la propaganda de CpM - "Por una Melilla mejor. Inshallah", rezan sus carteles-, alegando que empleaba una palabra extranjera (árabe). La Junta aún no se ha pronunciado.
Más consistentes son los reproches, formulados por el propio Imbroda, de que Aberchán "se ha traído una fetua [edicto islámico] de Jordania en la que se prohíbe a los musulmanes votar a los cristianos" porque deben apoyar a sus correligionarios. "Fomentan este asunto en las mezquitas, lo cual es un disparate", recalca Imbroda.
"Y recuerda que el día 22 tu voto, así como el de tu familia y amistades, es una shahada [testimonio] a favor de tus hermanos musulmanes", asegura un correo enviado a cientos de votantes por Abderrahim Mohamed, candidato de CpM y secretario de la Conferencia Islámica de Melilla (CIM), el órgano de representación confesional de los musulmanes melillenses.
Con tal de apoyar a Aberchán, la CIM ha escrito al rey Mohamed VI de Marruecos pidiéndole que haga lo necesario para que el partido de Duddú no concurra en Melilla y quite así votos a la oposición musulmana tradicional.
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