El malestar reactiva las protestas del personal de pediatría de La Fe
La Asociación en Defensa del Infantil convoca una concentración para mañana
El pasado mes de diciembre se celebró la última concentración a las puertas del antiguo hospital infantil La Fe en Campanar en defensa del concepto de hospital pediátrico que, advertían, quedaría diluido con el traslado y su inserción en el macrohospital de Malilla.
Cuatro meses más tarde, los pronósticos se han cumplido, a juicio de la Asociación en Defensa del Hospital Infantil La Fe (Adehi). Esta entidad, integrada por profesionales del antiguo pabellón pediátrico, ha convocado para mañana a las 13.30 una protesta en la puerta principal del hospital, la primera que se celebrará en el nuevo centro de Malilla, para denunciar los problemas de la atención relacionados con la dispersión de los servicios, las distancias, la falta de separación adecuada entre pacientes adultos y pediátricos o los incidentes organizativos derivados del control que están tomando buena parte de las jefaturas de servicio de adultos sobre la atención pediátrica. Todo ello, sostienen, está afectando a la calidad de la atención.
El enfado es tal que jefes quirúrgicos del infantil amenazan con dimitir
La reducción de camas "es una bomba de relojería", dice la asociación
El malestar es tal que los responsables de las áreas de cirugía pediátrica han amenazado con dimitir si no se resuelven estas cuestiones. Estos especialistas, y los responsables de Oftalmología Infantil, Cirugía Pediátrica, Maxilofacial y Plástica, Ortopedia, Otorrinolaringología, Anestesia, Urología y Neurocirugía, insisten en la idea de que el antiguo hospital pediátrico y su autonomía de gestión "se ha difuminado" tras su absorción por el edificio de Malilla, lo que pone en riesgo la asistencia especializada a los menores. La subordinación de los servicios pediátricos a las jefaturas de servicio de adultos ha derivado, según denuncian profesionales del centro, en la priorización de las especialidades adultas respecto a las pediátricas. Existen dos coordinadores pediátricos (los máximos responsables de la atención infantil) pero las mismas fuentes indican que muchas veces se ven sobrepasados por los jefes de servicio del hospital general. La dirección del hospital salió el lunes al paso de esta polémica e indicó que no va más allá de enfrentamientos personales y que está en vías de resolución.
Al margen de las tensiones derivadas de la nueva organización de la estructura asistencial, la Asociación en Defensa del Infantil insiste en los problemas funcionales provocados por el diseño del centro. Por ejemplo las urgencias, en las que la entrada es compartida entre adultos y niños, por lo que "la sala de espera acristalada constituye una pequeña grada desde la que se es testigo accidental del ir y venir de pacientes adultos enfermos". Los espacios interiores "no son más acogedores que los de cualquier consulta funcional, polivalente, aséptica y privada de intimidad. Hemos perdido el juguete, el mural dibujado, el color...", añade esta entidad, presidida por la nefróloga Isabel Zamora, en un escrito que se puede consultar en la página web http://adehi.blogspot.com/ titulado Niños, algo va mal... en la nueva Fe.
El documento censura también, entre otros aspectos, la ubicación de la hospitalización pediátrica -"las salas están constituidas por un largo pasillo de 95 metros con habitaciones individuales a ambos lados"- o la "reducción" de camas quirúrgicas, que es "una bomba de relojería".
El responsable de sanidad del PSPV, José Mayans, se reunió ayer con responsables de la asociación, a los que les transmitió su apoyo en la idea de contar con un hospital infantil estructural y funcionalmente independiente.
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