"Azkuna ha sacrificado la seguridad"

Cristina Ruiz es la única mujer que aspira a la alcaldía de Bilbao por uno de los grandes partidos.

Pregunta. Hace un año, cuando fue elegida candidata, dijo que no veía muy grande como rival a Azkuna. Ahora está más fuerte.

Respuesta. ¿Ah, sí? Me veo más fuerte yo.

P. Entonces decía que tenía un año de trabajo por delante para reducir los 29.000 votos que el PNV les sacó en 2007. ¿Cree que ha acortado esa distancia?

R. Veo cada vez más bilbaínos que están deseando que el PP pueda aplicar sus políticas para sacarles de la crisis y crear empleo.

P. Azkuna ha centrado su campaña en la gestión.

R. Azkuna y el PNV llevan demasiados años exhibiendo lo mismo, como si los problemas de los bilbaínos fueran iguales también. Siguen enarbolando la bandera del urbanismo, de la regeneración de la ciudad y lo bonita que está, lo que suscribo, pero yo quiero ser la alcaldesa del empleo. Ahora toca un nuevo ciclo. Los próximos cuatro años los liderazgos se tienen que ejercer para crear empleo y no para seguir anclados en banderas que han quedado un poco extemporáneas.

"El PNV lleva muchos años exhibiendo lo mismo. Ahora toca un nuevo ciclo"

P. ¿La participación de Bildu puede dificultar que PP y PSE sumen mayoría absoluta?

R. Lo que hace es repartir más el voto nacionalista. Espero que diga qué piensa hacer para combatir las preocupaciones de los ciudadanos.

P. Su opción de ser alcaldesa pasa por sumar esa mayoría absoluta con el PSE

R. Cualquier alcalde o alcaldesa en esta ciudad deberá pactar.

P. ¿Se ve con opciones de sumar 15 concejales con el PSE?

R. Sí. Me veo con opciones de poder liderar un pacto de gobierno en el que el empleo sea la prioridad.

P. ¿Pero su socio sería ese?

R. Me da cierto pudor hacer cábalas. Soy partidaria de que se pronuncien los ciudadanos. Bilbao es muy plural y su gobernabilidad pasa porque se entiendan dos o más partidos, en base a programas. A eso voy a esperar.

P. ¿Llegaría a un acuerdo de algún tipo con el PNV?

R. Podría llegar a un acuerdo.

P. Eso significaría siempre como Azkuna como alcalde.

R. No me imagino a Caparrós en el vestuario diciendo: "Chicos, vamos a salir que tenemos que empatar o perder". Yo salgo a ganar, por muy aparentemente imbatible que sea el rival.

P. ¿Para cualquier acuerdo es condición imprescindible que usted sea alcaldesa?

R. Es mi aspiración, pero con políticas de máximos no se puede encarar ninguna negociación. Todo el mundo sabe que cuando negocia tiene que ceder.

P. ¿Cedería la alcaldía si el PP pudiera cerrar un pacto satisfactorio con otros partidos?

R. Ahora mismo, no. A partir del 23 de mayo, ya veremos.

P. ¿Qué gastos recortaría?

R. Gasto corriente. Nos sale demasiado caro el día a día. Durante los años de bonanza hemos ido engrosando gasto corriente como si esa situación pudiera ser permanente. Y hoy los ingresos se están reduciendo. En los próximos cuatro años no se puede usar el pretexto de la crisis, por ejemplo, para no mejorar la seguridad ciudadana. Habrá que reorganizar ese tipo de cosas.

P. ¿El nivel de fraude justifica multiplicar por 10 el plazo de empadronamiento para acceder a las ayudas sociales?

R. Una cosa es combatir el fraude, que es una obligación, y otra ser más exigentes al concederlas. Si se suma el dinero que se ha estado entregando a personas que no se lo merecían, te llevas las manos a la cabeza. El PP nunca ha hablado de recortar las ayudas...

P. Hablamos de endurecer los requisitos.

R. Digo ser más exigentes en la concesión. No puede ser que haya personas que tengan la sensación de que son buenos ciudadanos, llevan toda su vida pagando impuestos y, cuando vienen mal dadas, no tengan acceso a las ayudas sociales. Algo falla.

P. ¿Hacen falta más policías en las calles?

R. Sí. Proponemos incrementar la plantilla en 300 agentes en cuatro años. En todos los barrios existe la sensación de que la seguridad ciudadana puede ser mejor. Cada vez hay más delitos en la ciudad. Este gobierno ha sacrificado este servicio con la excusa de la crisis. Para el PP es una prioridad. Si hay que renunciar a otros gastos, habrá que hacerlo, pero no puede sacrificarse la seguridad ciudadana.

P. La combinación del mensaje más seguridad ciudadana y crítica al fraude en las ayudas suena bastante de derechas,

R. Hablar a la gente con convicción, como es nuestro caso, de lo que quiere oír a mí me suena bien. Póngale la etiqueta ideológica que quiera.

P. Bilbao no tiene ratios muy altas de delincuencia.

R. La seguridad ciudadana y la percepción de la misma es algo subjetivo. Hay dos indicadores definitivos: un aumento de hasta un 15% de los delitos en el último año, que reconoce hasta el propio gobierno municipal, y la sensación de inseguridad. Eso precisa una respuesta, que pasa, entre otras cosas, por más presencia policial en los barrios, en las zonas comerciales.