Trias busca evitar la movilización de la izquierda con críticas al PP

En una carrera de fondo es muy importante mantener un ritmo que permita llegar a los últimos metros con fuerzas para hacer el último sprint, el que amarra la victoria. Xavier Trias, candidato de Convergència i Unió (CiU) en Barcelona, lleva ocho años persiguiendo la alcaldía y en los últimos metros está perdiendo fuerzas. Hace un año, cuando se consumó el fiasco de la consulta de la Diagonal, la duda hubiera sido si Trias lograría la mayoría absoluta. A siete días de los comicios, los sondeos muestran un margen muy estrecho respecto a su rival, Jordi Hereu. El desgaste de esta carrera de fondo está pasando factura a Trias, que en ocasiones, como en el debate de TV-3 del viernes, parece flojear. Por ello ayer se empeñó en recobrar el brío perdido, en un mitin en territorio hostil -el bastión socialista de Nou Barris-, en el que celebró la presencia de dos manifestaciones: "Ya me gritan como si fuera alcalde", bromeó.

Para encarar la última semana electoral, el candidato de CiU apela a dos argumentos, más allá de la "ilusión por el cambio" que imprime toda su campaña: el voto útil y la distancia del PP. El primero, para evitar que los votos anti-PSC viren hacia otras fuerzas; el segundo, para mitigar el miedo a un futuro pacto conservador CiU-PP en el Ayuntamiento de Barcelona, flanco por donde le ataca Hereu. "Yo no doy miedo. El miedo es la continuidad", afirmó ayer Trias. El ataque del alcalde es duro: el viernes, en el debate televisado, lo noqueó mostrando una foto de Trias estrechando la mano a José María Aznar, un símbolo de la época en que CiU y el PP iban a una, con Trias como uno de los principales valedores del pacto.

Por si acaso, el nacionalista renegó ayer del PP, en un acto en el que se rodeó de 400 inmigrantes, criticando los discursos incendiarios sobre la inmigración. "Encienden cerillas al lado de los depósitos de gasolina", reprochó el nacionalista sin citar al PP. Trias echará el resto esta semana para lograr que las bases se movilicen y no canten victoria antes de tiempo. La meta todavía está en el 22 de mayo.