Asociaciones de víctimas marchan contra la decisión de autorizar Bildu

"Tribunal Constitucional, vergüenza nacional", "Zapatero dimisión" y "Rubalcaba a prisión", pero también "¿Dónde está el PP?". Bajo el lema "Ante la traición a España, ETA fuera de las instituciones", dos mil manifestantes se concentraron ayer en la plaza de la República Dominicana en Madrid, convocados por las Voces contra el Terrorismo de Francisco José Alcaraz, para protestar por la presencia de Bildu en las elecciones del 22 de mayo. Fue una marcha bastante menos numerosa que la del pasado 9 de abril, que reunió a decenas de miles de personas.

La lluvia no ayudó a los convocantes, que ironizaron sobre si el Gobierno había contratado el mal tiempo. La mayoritaria Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que se sumó a esta marcha, convocó movilizaciones en una decena de ciudades.

La manifestación tuvo un seguimiento mucho menor que la del 9 de abril

El actual PP recibió abucheos, pero Aznar y Mayor Oreja, grandes halagos

Los manifestantes cargaron contra Zapatero y contra el alto tribunal que ha permitido, en una decisión tomada por seis votos frente a cinco y que tumbaba una previa del Tribunal Supremo, que la alianza independentista se constituya como coalición electoral. Acusaron a los magistrados de ser unos "traidores", un "fraude" y de actuar bajo el dictado del PSOE. "Acatamos la sentencia por imperativo legal, pero la rechazamos", repitieron algunos intervinientes, que llamaron a la "rebelión cívica" contra la presencia de Bildu en las instituciones. Pero los congregados no se olvidaron del PP, cuya cúpula no apareció por la plaza de la República Dominicana, lugar elegido para recordar el asesinato de 12 guardias civiles en 1986 a manos de ETA.

Mariano Rajoy, que ha evitado criticar a los jueces y al Gobierno en este asunto, había dado libertad a los dirigentes de su partido para que asistieran o no. Finalmente, la presencia de su partido fue exigua. Las caras conocidas que sí se manifestaron con las víctimas el pasado 9 de abril, como Dolores de Cospedal, Ana Mato, Estaban González Pons o Alberto Ruiz Gallardón, esta vez no aparecieron.

Las elecciones son inminentes, y Rajoy ya había advertido de que muchos dirigentes no podrían asistir por los actos de campaña. Pero que no haya acudido ningún representante de su círculo de confianza abunda en la idea de que el PP va a mantener una cierta templanza para no asustar al electorado de centro que quiere arrebatar al PSOE.

Como representación de los populares estaban el portavoz del grupo popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja -el más elogiado de la tarde-; el portavoz de Interior del Congreso, Ignacio Cosidó; los diputados Ignacio Astarloa y Cayetana Álvarez de Toledo y la consejera de Educación de Madrid, Lucía Figar. Dos concejalas del PP en el País Vasco -una de las cuales reprobó la tibieza de su propio partido- y Regina Otaola, alcaldesa de Lizarza, hablaron sobre el escenario. Junto a ellos, José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA en 1996; Salvador Ulayar, hijo de un alcalde asesinado, y el convocante, Francisco José Alcaraz, que aprovechó para acusar de nuevo al Gobierno de ocultar información sobre el 11-M. La manifestación, que acabó con el himno nacional, se convirtió al final en un acto de exaltación del pasado popular; de los tiempos en los que José María Aznar lideraba España y Mayor Oreja se encargaba de la lucha antiterrorista.