Musikene suena a rebelión

Las dimisiones escalonadas en los últimos días de trece miembros del equipo directivo de Musikene ponen en evidencia la falta de apoyos con los que cuenta la coordinadora general, Carmen Rodríguez Suso, para continuar con la gestión del Centro Superior de Música de San Sebastián. Más aún cuando los dimisionarios, tanto los primeros que se dieron de baja en la junta directiva como el resto, profesores que siguen ejerciendo en funciones para no romper con el final del curso, se incorporaron al nuevo organigrama hace un año por decisión de Rodríguez Suso para reconducir el futuro del centro.

A día de hoy, en el equipo directivo, además de Rodríguez Suso, que accedió al cargo en octubre de 2009, y del director académico, Juan Carlos Pérez, cuyo nombramiento estuvo precedido de polémica, quedan sólo otras tres personas después de las dimisiones en goteo que se han producido desde el 3 de mayo.

Bajan las solicitudes de ingreso un 30% y "merma la calidad de la enseñanza"

La situación de Musikene lejos de reconducirse hace aguas en una situación de desasosiego e inestabilidad. Ayer, representantes del cuadro directivo dimitido, profesores y alumnos rompieron el silencio, "en un acto de valentía a pesar del temor a posibles represalias" para informar "de primera mano, sin distorsión y sin intereses partidistas" la situación actual del centro tras la dimisión de la mayor parte del equipo directivo. Los portavoces de los profesores y los alumnos aseguraron ayer que la sustitución de sus máximos responsables es "indispensable por su incapacidad de gestión y para recuperar el prestigio" del Centro Superior de Música del País Vasco.

Durante una rueda de prensa en San Sebastián, los convocantes consideraron que el relevo de la musicóloga Rodríguez Suso, y de Juan Carlos Pérez, "es una ineludible responsabilidad" de la consejera de Educación, Isabel Celaá. Para ello, hicieron un llamamiento "a las instituciones, responsables políticos, a los partidos que los sustentan y a la sociedad en general" para que contribuyan a adoptar las "medidas radicales que se necesitan para lograr que Musikene vuelva a ser un referente de calidad en el sector de las enseñanzas musicales".

Los profesores y los alumnos de Musikene denunciaron el "enorme desamparo que sienten ante el nulo resultado de sus reivindicaciones". El 1 de abril cuatro miembros de la junta directiva remitieron una carta a Juan Carlos Pérez en la que se pedía que se devolviera a directiva "la libertad y condiciones para el ejercicio de las funciones sin injerencias ni mediaciones de la coordinadora general".

Margarita Lorenzo, que ha dimitido como subdirectora de Ordenación calificó la gestión de Rodríguez Suso de "unipersonal y despótica", y aseguró que el respaldo con el que cuenta por parte del profesorado no llega al 2%. Entre las "consecuencias desastrosas" de la gestión de Rodríguez Suso destacan la reducción de las solicitudes de ingreso para este curso en un 30% y la "merma notable en la calidad de la enseñanza".

Lorenzo destacó que el principal problema de este "régimen autárquico" es la inexistencia de un modelo "claro y transparente" para mantener la posición de un centro que fue creado para ser puntero. Además, la subdirectora aseguró que la coordinadora general ha "condicionado y limitado" el desarrollo del nuevo plan de estudios adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior, diseñado por el equipo directivo dimisionario y en el que ha colaborado todo el profesorado.

La pianista Marta Zabaleta, uno de los profesores de prestigio en el centro, denunció, en nombre del profesorado, los despidos de 27 docentes en septiembre, que atribuye a "sencillas venganzas" y no a razones económicas como argumentó Rodríguez Suso. Además, recalcó que los profesores no defienden "privilegios", sino el modelo "de calidad" que ha hecho que los alumnos de Musikene ganen concursos, puedan entrar en grandes orquestas.