Gómez compara su tasa a los bancos con la de Estados Unidos o Francia
En Extremadura existe el gravamen a las instituciones financieras desde 2002
Los bancos van a tener que pagar un impuesto en Madrid, anuncia el candidato Tomás Gómez, si los socialistas ganan las elecciones del próximo 22 de mayo. Una tasa sobre los depósitos "líquidos" de los clientes. Una cantidad que según sus estimaciones supondría unos ingresos de 2.100 millones de euros que se destinarían a servicios sociales, educación y sanidad. Este gravamen ya existe en Extremadura, donde se implantó en 2002. Allí no llega al 0,6% de todos los ingresos de la comunidad autónoma. Los bancos ya han sugerido ante la imposición de esta tasa que "al final eso acaba repercutiendo en los clientes". Es decir, que el impuesto cae sobre los hombros del ahorrador en cuestión y no de la entidad financiera.
La medida ya ha sido sopesada también en otras autonomías gobernadas por los socialistas, como Castilla-La Mancha y Andalucía. Aunque los referentes a los que apeló ayer Gómez tras visitar el hospital Gómez Ulla, en Carabanchel, fueron internacionales: Barak Obama o los planteamientos que sobre el tema se hacen en Francia o Alemania. La idea se puede enmarcar en el intento del candidato de hacer guiños a su electorado tradicional. Los socialistas parten de un presupuesto en estos comicios: "Los ciudadanos nos perciben como mejores defensores de los derechos sociales y los servicios públicos". En esa línea se puede entender las declaraciones de Gómez del pasado martes cuando ironizaba sobre los beneficios del Banco de Santander y anunció que tras la implantación del gravamen que quiere imponer "sí van a tener motivos para quejarse".
Y con esa intención de recalcar el "ellos y el nosotros", el tour carabanchelero de Tomás Gómez incluyó una revelación: "La Comunidad pretendía privatizar el servicio del Gómez Ulla". También que esto no fue así porque el Ministerio de Defensa, del que dependía el centro, se negó. Volvió a insistir en las contratas con las empresas constructoras de los nuevos hospitales y en la amenaza "oculta" del copago sanitario que implantaría Aguirre en caso de ganar los comicios.
El candidato socialista también estuvo en el centro ocupacional Magerit, cerrado por la Comunidad por unas supuestas deficiencias en el edificio y en el que los familiares de los usuarios mantienen un desafío a la Administración, para prometerles "una solución inmediata cuando se celebren los comicios, dentro de 12 días y ganemos los socialistas".
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