El pistolero de Olot no sufre trastornos, según el forense
Pere Puig, el albañil de Olot que mató a balazos a su jefe, al hijo de este y a dos empleados de banca el pasado 14 de diciembre, se encuentra en plenas facultades mentales, según dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Girona. Los médicos concluyen que Puig, de 57 años, no presenta "merma alguna en sus capacidades volitivas ni cognoscitivas".
La noche anterior al crimen, Puig estuvo rumiando lo que iba a hacer, llevado por "una bestia que tenía dentro", según su confesión. El retrato de los médicos es el de un hombre frío y desconfiado, que acepta su situación "con aparente naturalidad e indiferencia emocional". Los forenses destacan que tiene "un alto concepto de sí mismo". No exhibe rastros de ansiedad, aunque tiene "impulsividad latente", que controla en las entrevistas. Puig tuvo hace unos años un altercado con un guardia urbano, al que amenazó con matar, lo que le costó una multa de 25.000 pesetas.
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