Mi mujer y su marido
Narrativa. Lo primero que supimos de este prolífico dramaturgo y novelista checo fue La verduga -la cáustica fantasía sobre una muchacha ansiosa de hacerse útil a su país abrazando una profesión con grandes perspectivas de futuro-. Ya en Alianza, La hora estelar de los asesinos, novela pionera del género nazithriller, ambientada en los últimos tiempos de la ocupación de Praga, donde un policía alemán y otro praguense cooperan para detener a un asesino en serie, fue un artefacto narrativo bien engrasado y obtuvo más éxito de crítica y ventas que La larga ola tras la quilla, donde a partir de un viaje en crucero en el que participan checos y alemanes expulsados de los Sudetes se dilucidan conflictos históricos y morales en una dialéctica que resuelven el amor y la juventud. Mi mujer y su marido, que lleva el estupendo subtítulo 'De cómo me quedé sin casa, sin esposa y sin partido comunista', participa de los aciertos del mejor Kohout e incurre también en sus defectos: un recurso excesivo al diálogo que adelgaza el tejido de la prosa hasta reducirlo a pura funcionalidad, y ligado a esto, una acción demasiado acelerada para que el lector no se maree. Entre las virtudes, el frescor, la agudeza, el sentido crítico y también ese "no sé qué" de humor y suave erotismo o sensualidad característico de algunos autores checos. Kohout escribió la primera mitad de Mi mujer y su marido en los tiempos más duros de la represión de los años setenta, como una burla del Estado totalitario, su estupidez y su corrupción, y la segunda mitad la ha escrito veinte años después, como cómica ilustración de la pervivencia en la sociedad, ahora capitalista, de taras y fallas morales que parecían propios exclusivamente del antiguo régimen. A semejanza de los ilustres precedentes de Jakob von Gunten o Ferdydurke, o de la casualmente interesante (más interesante el personaje que la autora, quiero decir) Niña vieja de Jenny Erpenbeck, la fuente de la comicidad está en un protagonista adulto, cándido y pueril que es reducido a una infantilización grotesca, en este caso a manos de una esposa abusiva, promiscua y cínica, varonil, que toca el marcial helicón en una banda de música: un monstruo inevitablemente simpático.
Mi mujer y su marido
Pavel Kohout
Traducción de Fernando Valenzuela
Alianza. Madrid, 2011
350 páginas. 19 euros
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