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"No nos pagan para esto"

Los funcionarios, sorprendidos por tener que decidir el orden de los apellidos en caso de disputa - Esperan que se fijen criterios a seguir

María R. Sahuquillo

En más de 10 años como funcionario en el Registro Único de Madrid inscribiendo nacimientos, Félix Aguilar España no se ha encontrado un solo conflicto entre los padres a cuenta del orden de los apellidos del bebé. Tampoco otros compañeros del registro recuerdan ningún caso. El enfrentamiento, por tanto, es muy poco frecuente. Pero cuando entre en vigor la nueva ley de Registro Civil -aún pendiente de ratificación en el Senado-, si esa situación se da, serán funcionarios como Aguilar quienes tendrán que resolver la disputa y decidir el primer apellido del bebé atendiendo "al bien del menor". Y la mayoría no quiere esa responsabilidad.

"Tal y como está la situación de la administración de Justicia, esto es una gota más al vaso colmado. Tomar esa clase de decisiones no es nuestro trabajo. No nos pagan para eso", critica Juan Carlos Conde, del área judicial del sindicato independiente CSIF.

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El orden de los apellidos lo decidirá un funcionario si no hay acuerdo

Desde el principio, el debate sobre la forma de dirimir el orden de los apellidos para acabar con la primacía histórica del paterno ha levantado una enorme polémica, a pesar de que la iniciativa es más simbólica que otra cosa. Actualmente, los padres ya pueden escoger el orden, aunque si no hay acuerdo prima el del padre. De hecho, incluso sin conflicto, prevalece lo tradicional: menos del 0,3% de las familias optaron en 2010 por anteponer el apellido materno.

El penúltimo capítulo de este debate, el sistema de elección escogido este miércoles por los diputados -que rechaza el propuesto inicialmente por el Gobierno de escoger alfabéticamente-, no gusta. Sindicatos y asociaciones de juristas lo critican porque los consideran demasiado subjetivo. Difuso. Que no sigue una pauta lógica. "Tendría que haber un criterio mucho más sólido que la voluntad del funcionario", opina la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Ángela Cerrillo. "Habría que organizar una vista para escuchar las alegaciones del padre y de la madre y después tener alguna regla que seguir en casos de discrepancia. Hay que revisar situación por situación", sostiene.

También Yolanda Palomo, secretaria de Administración General del Estado de UGT, considera el sistema ridículo. "Exigir a un funcionario público la responsabilidad de tener que dirimir en una cuestión tan personal como los apellidos de un menor es inadecuado, inoportuno y poco razonable", dice. Palomo expone que si se mantiene la intención de que sea una tercera persona -y no los padres- quien tome la decisión en caso de conflicto, debería ser un órgano judicial.

Ramón García, que lleva 39 años trabajando en el Registro Civil de Fuenlabrada, tampoco está conforme con la norma. "Para nosotros, tomar esa decisión nos pone en un aprieto. No querría estar en una situación de ese tipo, porque siempre tienes que favorecer a una parte respecto a otra. Y eso sin contar con que supone una carga añadida al trabajo que ya tenemos", analiza.

En un registro grande como el central de Madrid, Aguilar cuenta que apenas se encuentra una de 500 familias que escojan primero el apellido de la madre. Por eso aún se acuerda de un matrimonio que hace varios años registró a su primer hijo con los apellidos de la mujer primero. "Al día siguiente volvieron para ver si estaban a tiempo de cambiarlos. Me contaron que al llegar a casa, el abuelo se había puesto hecho una furia. La familia les dijo que no comprendían cómo habían decidido romper de esa manera con la tradición", cuenta sonriendo.

Soledad Torres García sí mantiene el apellido de su madre. Fue inscrita hace unos días. "No es que sea muy raro, pero es menos común", cuenta la mujer. Los padres de Paula María Espallargas, explicaban ayer en que esperan en el Registro Único de Madrid que se habían planteado poner primero a sus hijos el apellido materno. "Pero finalmente decidimos no hacerlo", explicaba el padre de la pequeña, que dormía plácidamente en su carrito.

La controvertida norma otorga a los padres un plazo de tres días para ponerse de acuerdo, pero ¿y si no lo hacen? ¿Cómo escogerían los funcionarios el orden de los apellidos? "Se hará aplicando lo que dicte el sentido común. Si somos nosotros los que decidimos, trataremos de evitar combinaciones de apellidos que puedan resultar hirientes, por ejemplo", contesta García.

Pero más allá de esa pauta subjetiva, que puede provocar que muchos decidan aplicar el sistema tradicional de primar el apellido paterno, o prescindir de los apellidos comunes -por no hablar de posibles perjuicios a apellidos específicos o extranjeros-, los propios funcionarios esperan que la Administración o, en su defecto, al menos el magistrado encargado del Registro, distribuya unas pautas a seguir.

Los criterios, según el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, se tendrán que ir fijando, observando, por ejemplo, que no se perjudica a un apellido poco frecuente y tratando de que la combinación de los nombres no tenga un "tono hiriente" y cuidando que no produzca un "efecto no deseado", como el típico chiste sobre Dolores Fuertes de Barriga.

Y combinaciones de ese tipo las hay. El funcionario Aguilar recuerda que hace unos días tuvo uno de esos casos curiosos aunque, a su parecer, en sentido positivo. "Vinieron unos padres a inscribir a su niña como Aitana Mena Mora. Un nombre precioso si lo lees todo junto", cuenta.

La norma afecta solo a los niños españoles. Los hijos de padres extranjeros nacidos en España se inscribirán según las normas de su país de origen.

Tres niños recién nacidos en la maternidad del Hospital Clínico de Barcelona.
Tres niños recién nacidos en la maternidad del Hospital Clínico de Barcelona.CARMEN SECANELLA

Es más común pelearse por el nombre

¿Lorenzo o Rafael? ¿Y si el conflicto no está en los apellidos, sino en el nombre? Los funcionarios de los registros civiles cuentan que esas disputas son más comunes que las de los apellidos. "No es muy común, pero sí hay parejas que llegan discutiendo sobre qué nombre le van a poner finalmente al niño", explica Félix Aguilar, funcionario del Registro Civil Único de Madrid.

En ese caso, los padres tienen tres días para tomar una decisión. Si no lo hacen, se aplica, según el reglamento de la ley de Registro Civil, el sistema que imperará también para los apellidos. "Es el funcionario quien, en caso de conflicto, impone al recién nacido un nombre de uso común", explica la profesora de Derecho Civil de la UNED, Patricia López Peláez.

Aguilar nunca se ha encontrado con ese dilema. "Cuando hay estos problemas, al final siempre acaba cediendo el padre", cuenta. Hace una semana, este funcionario vivió una de esas discusiones en la oficina de inscripciones de nacimiento. "El padre y la madre llegaron discutiendo. Él se negaba a ponerle a la niña el nombre que quería la madre. Al final, se acabó levantando y se fue, dejándola sola", cuenta. Al día siguiente, la pareja volvió. Habían conseguido ponerse de acuerdo sobre otro nombre que les gustaba a los dos.

El tema del nombre se presta más a los conflictos. Sin embargo, si se trata de un hijo de un matrimonio, la presencia de la madre no es obligatoria en el momento de la inscripción. Una circunstancia que permite al padre poner el nombre sin autorización de la mujer. Esto fue lo que le ocurrió a Begoña Ramos hace 15 años. "Yo quería llamar a mi hija Elena, pero al padre no le gustaba. Cuando volvió del registro al hospital, donde yo estaba todavía, me encontré con que le había puesto Clara", cuenta.

García y Zuzunaga

- García. En España, casi un millón y medio de personas se apellidan García, un patronímico de origen vasco. Por cada 1.000 personas, 33 tienen este apellido en primer lugar, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

- Patronímicos. Son muy comunes los patronímicos, los apellidos formados a partir del nombre del padre. Los más corrientes son Fernández (lo llevan 915.000 personas), González (910.000), Rodríguez (903.000), López (857.000) o Martínez (821.000).

- Zuzunaga es el apellido español menos frecuente. Solo 23 personas lo llevan. También Zuzuarregui, que solo lo llevan 67 personas.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.
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