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La UE tendrá voz propia en Naciones Unidas

Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, podrá hablar ante la Asamblea General de Naciones Unidas del mismo modo que lo hacen el presidente de Estados Unidos o el de China tras la aprobación ayer por la propia asamblea de la resolución que da a la Unión Europea voz en las distintas instancias del organismo multinacional. "Gracias a esta resolución la UE alcanza un importante reconocimiento como actor global", señaló Van Rompuy en un comunicado.

La Unión como tal, encarnación de la voluntad de 27 países europeos, lleva tiempo pugnando por conseguir una representación en la escena internacional y que la unificación que a la política exterior otorga el Tratado de Lisboa tenga su reflejo en Naciones Unidas.

La Asamblea General acordó ayer por 180 votos a favor y dos abstenciones, sin ninguna opinión en contra, conceder a Europa esa ansiada voz y que reconoce que a partir de ahora sean Van Rompuy; Catherine Ashton, como Alta Representante para la Política Exterior; la propia Comisión Europea y las delegaciones de la UE quienes encarnan a los Veintisiete en el exterior. "La resolución permitirá a los representantes de la UE presentar y promover las posiciones de la UE en Naciones Unidas, conforme a lo acordado con los Estados miembros", precisó Ashton. Hasta ahora era la presidencia rotatoria de turno la que hablaba en nombre de la UE.

Divisiones internas

Esas palabras señalan los límites de la capacidad de intervenir de la UE, que deberá hacerlo para reflejar la posición común de los socios y sin que ellos, como tales Estados, pierdan ninguno de los derechos de que hasta ahora han gozado. Y habrá ocasiones en que esa unanimidad no pueda lograrse, como se ha visto en el pasado reciente con la división de la UE ante la independencia de Kosovo, que siguen sin reconocer cinco países de la UE, España entre ellos. Ashton también aseguró que la UE no buscará el estatuto de miembro de pleno derecho.

La votación de ayer permite a la UE abandonar su vieja posición de observador. El de ayer fue el segundo intento de la UE de hacer bueno en la ONU el papel exterior que define el Tratado de Lisboa. El pasado mes de septiembre diversas organizaciones regionales se opusieron a considerar el voto por estimar que era un privilegio que buscaba Europa y se negaba a oras agrupaciones.

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