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Crítica:Bianca Turetsky - El baúl de viaje. Louise Lambert y los vestidos del pasado | LIBROS | INFANTIL Y JUVENIL
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Teletransportados por la moda

Carmen Mañana

Louise Lambert es una adolescente de 12 años a la que le encanta la ropa, devora la revista Teen Vogue, no está satisfecha con su aspecto físico y considera que su familia y su vida son bastante aburridas. Una presentación sin más aristas, un tanto superficial, pero con la que miles de chicas de todo el mundo pueden sentirse identificadas. A lo largo de los 39 breves capítulos de El baúl de viaje, la debutante Bianca Turetsky desgrana con poca profundidad pero mucha chispa las aventuras que vive la heroína cuando, al probarse un vestido vintage, se teletransporta al Titanic. Así, a las detalladas descripciones de prendas y estilismos, se unen dos elementos que suelen resultar muy atractivos para aquellos lectores que comparten gustos con la protagonista: la estética retro y la historia del transatlántico hundido en 1912. Un episodio con mucho poder de seducción, como demuestra que su adaptación cinematográfica, dirigida por James Cameron en 1997, fuese la película más taquillera de la historia hasta la llegada de Avatar en 2009.

El baúl de viaje. Louise Lambert y los vestidos del pasado

Bianca Turetsky

Ilustraciones de Sandra Suy

Traducción de María Enguix Tercero

Roca Editorial. Barcelona, 2011

166 páginas. 18 euros

Las ilustraciones de Sandra Suy consiguen diferenciar a esta novela de sus compañeras de estante en las librerías

Junto a todos estos eficaces ingredientes, destaca un elemento inesperado dentro de la novela juvenil, pero que logra un objetivo nada despreciable: diferenciar esta obra de sus vecinas de estante. Se trata de los exquisitos dibujos de Sandra Suy, que trufan todo el texto y un pequeño bloc de notas que a modo de diario acompaña al libro. Con un estilo a medio camino entre los trabajos de la bloguera de moda Garancé Doré y los de René Gruau, ilustrador de cabecera de Christian Dior, reflejan la mezcla de modernidad e historia que vertebra la novela.

Por estas ilustraciones, su reducida extensión (se tarda unas cuatro horas en leerlo), la edad de la protagonista (12 años) y su argumento (que va poco más allá de la peripecia con pinceladas costumbristas), El baúl de viaje puede ser una eficiente obra de transición entre la literatura infantil y la juvenil. Y, por supuesto, una lectura atractiva para jóvenes amantes de la moda. La autora desentraña conceptos especializados y, siguiendo con la dicotomía pasado-presente, introduce a grandes figuras del mundo de la moda. Ya sea míticos diseñadores, como Coco Chanel, o influyentes periodistas actuales, como Hilary Alexander, redactora jefa del diario británico The Daily Telegraph.

Turetsky no se olvida de incluir una moraleja: la importancia de lo artesanal, de lo hecho a base de esfuerzo y mimo, en "una época en la que lo queremos todo rápido, barato y moderno". El valor de lo único frente a lo masificado.

Lecciones éticas y estéticas que conforman el viaje iniciático de Louise. Una versión extrema de la evasión con la que sueñan la mayor parte de los adolescentes, pero que la protagonista desea continuar en su antes aburrido hogar. Y aunque esta preadolescente no tiene unas zapatillas de rubí como Dorothy, sí posee un vestido rosa con idénticos poderes. Al final, El baúl de viaje, como El mago de Oz, llega a una conclusión atávica: "Se está mejor en casa que en ningún sitio".

Ilustración de Sandra Suy.
Ilustración de Sandra Suy.

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