La Cataluña que arde de noche

Un total de 15 coches y un contenedor ardieron en menos de una hora durante la madrugada de ayer en cuatro puntos diferentes de Tarragona. La cifra pasa a engrosar los abultadísimos datos que manejan las administraciones públicas. El año pasado ardieron en Cataluña 2.056 vehículos al aire libre y 6.456 contenedores de basura, según datos de los bomberos catalanes y del Ayuntamiento de Barcelona, lo que da una media de más 5,6 vehículos y casi 18 contenedores diaros consumidos por las llamas.

El Departamento de Interior atribuye estas cifras al "vandalismo generalizado", según una portavoz. Las cifras están algo por debajo de 2009, cuando, sin incluir Barcelona, ardieron 2.038 coches y 5.632 contenedores. Las ciudades más importantes del área metropolitana, como la capital, Terrassa, Badalona, Hospitalet y Sabadell acumulan buena parte de coches y contenedores quemados (442 y 1908, respectivamente). En relación con la población, los municipios con más incendios coinciden en su mayoría con los más grandes y los que sufren mayor conflictividad.

El primer incendio de ayer en Tarragona se detectó a las 2.50 y el último, a las 3.34. Los bomberos fueron avisados progresivamente por los vecinos de la zona, y llegaron a desplazar hasta ocho camiones para extinguir las llamas. Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana sostienen que fue una actuación intencionada. Aunque no se ha detenido a ninguna persona, Carles Castillo (PSC), teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana de la ciudad, afirma que se sigue la pista a dos sospechosos. "Se les ha interrogado y seguido, pero no están detenidos, los agentes saben que estaban por la zona y han visionado pruebas, como grabaciones de cajeros automáticos", explica.

Al parecer, se utilizó un acelerador químico, que se vertió a las ruedas de los coches desde el lado de la acera. Todos los fuegos se llevaron a cabo en calles próximas. "No sabemos si es gasolina o alcohol, pero las llamas traspasaron a los otros vehículos y por ello se produjeron incendios en cadena", sostiene Castillo.

Además, 200 líneas telefónicas dejaron de funcionar, comercios cercanos sufrieron desperfectos leves y algunos vecinos amanecieron con las persianas quemadas. El Consistorio prevé incrementar entre el 25% y el 50% la presencia policial las próximas noches.El año pasado, Terrassa (Vallès Occidental) ocupó el número dos en el podio catalán, después de Barcelona, con 81 coches y 287 contenedores quemados. A modo de ejemplo, en octubre pasado ardieron seis coches y tres contenedores en menos de una hora. El Consistorio de Terrassa no ha atendido la petición de este diario sobre la causa de los incidentes.

Le sigue Badalona, con 80 coches y 197 contenedores. Y L'Hospitalet de Llobregat, con 65 vehículos y 283 contenedores. "Estamos en la media catalana", asegura una portavoz municipal, que lo atribuye al vandalismo. En Sabadell, quinto puesto en la lista de las ciudades que más arden (59 coches, 220 contenedores), las cifras no coinciden con los datos municipales. El Consistorio vallesano se muestra sorprendido por las cifras, ya que afirman que solo les consta una decena de incidentes anuales, basándose en datos de la Policía Local. En cualquier caso, consideran que las cifras están "dentro de los baremos normales" y aseguran: "No existe ninguna problemática", explica una portavoz.

Caso aparte merece Figueres (Alt Empordà), que vivió el año pasado la peor oleada de vandalismo en mucho tiempo. En esta ciudad, de cerca de 45.000 habitantes, ardieron 55 vehículos y 90 contenedores en un solo año, según las cifras de los bomberos. El Ayuntamiento, sin embargo, rebaja la cifra de vehículos quemados a 38, según datos de la Policía Municipal. El alcalde, Santi Vila (CiU) ha anunciado la instalación de cámaras de seguridad en tres de los puntos calientes de la ciudad para disuadir a los vándalos. En lo que va de año, ya han ardido 18 contenedores y al menos 2 vehículos.

Si se relaciona el número de coches quemados con la población, Figueres se destaca como la ciudad que más sufre este tipo de incendios, con 12,4 por cada 10.000 habitantes. Le sigue un segundo grupo formado por Sant Adrià del Besòs (8,2), Montcada y Reixach (7,1) y El Prat (5,8), mientras la mayoría de las ciudades catalanas se sitúa en un abanico de entre dos y tres coches quemados por cada 10.000 habitantes. Barcelona, en cambio, queda muy por debajo de la media al solo registrar 0,9 vehículos incendiados por esta tasa.

Lleida también atribuye la mayoría de los incendios a actos vandálicos. La Junta Local de Seguridad, sin embargo, destaca un aumento de incendios en vehículos del 37% en 2010.

La lista continúa con Reus, El Prat, Mataró y Girona. En esta última ciudad ardieron 150 contenedores y 33 coches. El intendente de la Policía Municipal, Josep Palouzie, culpa, en la mayoría de los casos, a jóvenes en estado de "exaltación alcohólica". Junto a ellos, hay una minoría de pirómanos. "El año pasado detuvimos a uno que quemó siete u ocho en una noche", explica.

Mención aparte merece Salt, donde la quema de 12 vehículos (5 coches y 7 motos) en enero desató la alarma social y acabó en una gran manifestación por la convivencia. Detuvieron a varias personas con numerosos antecedentes policiales acusadas de algunas de las quemas. La ciudad, como denunció su alcaldesa, Iolanda Pineda (PSC), en realidad no ocupa un lugar relevante en la lista negra: el año pasado ardieron 11 coches y 59 contenedores.

Con información de Antía Castedo, Lluís Visa e Ivanna Vallespín.