El viento no sopla en la apuesta de Euskadi por las renovables
Sigue sin abrirse un parque eólico desde 2005 y la última ampliación fue en 2007
El pasado mes de marzo, la eólica se convirtió en la principal fuente en relación a la energía eléctrica generada en España. Parece que el viento sopla cada vez con más fuerza y, sin embargo, no llega a Euskadi, que solo genera más energía eólica que Murcia, Canarias, Cantabria y Baleares. De hecho, el parque de Badaia, en 2005, fue el último en abrirse y la ampliación más reciente se realizó hace cuatro años en el parque de Oiz. La eólica se asfixia en Euskadi.
"El principal problema para el estancamiento de las eólicas ha sido institucional", apunta el viceconsejero de Industria, Xabier Garmendia. En el año 2002 se trató de implementar un primer Plan Territorial Sectorial (PTS) de la energía eólica en Euskadi, pero se halló con la oposición de las tres diputaciones -en manos del mismo partido (PNV) que se encontraba en el Ejecutivo por aquel entonces- y de un fuerte movimiento social. Se pretendía alcanzar una capacidad instalada de 624 MW para 2010. Sin embargo, solo se ha llegado a los 153 MW, un claro indicador del estancamiento de la energía eólica.
"El principal problema ha sido institucional", indica Xabier Garmendia
En 2010 se debían alcanzar los 624 MW instalados. Solo se llegó a 153 MW
El actual Gobierno selló a su llegada con las diputaciones forales de Vizcaya y Guipúzcoa y con la Asociación de Municipios Vascos Eudel un pacto eólico en el que los firmantes se comprometían a preservar los territorios incluidos en la red Natura 2000. Esta medida permitió el desbloqueo de algunos proyectos, como la construcción de 12 miniparques (espacios con una potencia inferior a 10 MW). Sin embargo, Álava sigue sin sumarse al pacto puesto que considera que la instalación de parques eólicos afecta en mayor medida a su territorio.
En la actualidad, el Gobierno está redactando el segundo PTS, que prevé estar finalizado para julio, aunque su proceso de aprobación puede tardar dos años, y que tratará de compatibilizar la protección del medio ambiente con nuevas instalaciones. Sin embargo, el frenazo de las eólicas ha supuesto ya que no se llegue al objetivo previsto de que el 12% del consumo en 2010 fuera a través de energías renovables.
Por contra, las energías verdes únicamente supusieron el 6%. el pasado año. No obstante, Industria considera que, dado que el nuevo plan de electricidad de España no se realizará antes del segundo semestre de 2012, Euskadi podrá volver a subirse al tren de las eólicas, que significaron en 2010 el 19% de la energía eléctrica de España.
"El presente en energías renovables en Euskadi pasa única y exclusivamente por la eólica en tierra y por la biomasa", asegura Garmendia. Por tanto, según Industria, la energía marina o la eólica offshore (fuera de tierra) son proyectos que interesan, pero a largo plazo. Igualmente, se cuenta con la energía solar o con la biotérmica, pero en menor medida. Estas intenciones se traducen en datos. En 2011, la biomasa fue la fuente de energía renovable más utilizada en Euskadi, al representar un 85% del consumo final. La hidroeléctrica y la solar supusieron el 7,3% y el 0,4%, respectivamente.
La orografía de Euskadi, que apenas tiene 7.000 kilómetros cuadrados de superficie, es montañosa, lo que dificulta la instalación de nuevos parques eólicos. A este escollo se une que carece de recursos energéticos no renovables, como carbón o petróleo. "Las renovables son muy difusas y ocupan y consumen mucho territorio en su desarrollo. Hay gente a la que no le gusta eso", añade Garmendia, que recuerda que muchos de los que abogan por las energías renovables son precisamente aquellos que después rechazan la instalación de parques eólicos. En este sentido, Kepa Solaun, director de Factor CO2, empresa que estudia el cambio climático, resalta: "Como ciudadanos, somos algo incoherentes. Todos estamos a favor de las renovables, pero no en nuestro patio. Hay que sacrificar algo".
Quizá, como opina el analista ambiental y socio de Naider Antxon Olabe, el sistema energético vasco no tenga que aspirar a ser autosuficiente y deba buscar una mejor conexión con España y Europa. "No debería preocuparnos tanto que la electricidad que consumamos provenga de Burgos o Cantabria", asevera. La única premisa, según Olabe, tendría que ser que la energía proviniese, en la medida de lo posible, de fuentes renovables. "No importa la procedencia, sino la composición", explica.
Paradójicamente, la asfixia de las eólicas se produce en una comunidad que tiene a empresas punteras en las renovables, como Iberdrola, Sener o Gamesa, y centros tecnológicos punteros, como Tecnalia. Precisamente, el cluster verde generó en España en 2010 más de 10.000 millones de euros y empleó a 25.000 personas. Asimismo, 1,5 millones de los puestos de trabajo de los europeos están relacionados con las renovables y para 2020 se espera que esta cifra aumente hasta los tres millones de personas.
Por tanto, Olabe sostiene que Euskadi ha de erigirse como un agente fundamental en la vanguardia tecnológica europea relacionada con las energías renovables más que tratar de que éstas se instalen en su propio territorio. "Tenemos capacidad para estar situados entre los cinco territorios más avanzados de Europa en cuanto a tecnología", sentencia Olabe.
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