Reino Unido prohíbe vender a EE UU fármacos para ejecuciones
El Gobierno británico se dispone a prohibir las exportaciones a Estados Unidos de tres fármacos que se utilizan para ejecutar a los condenados a muerte, al tiempo que conmina a sus socios de la Unión Europea a adoptar los mismos pasos. "Nos oponemos a la pena de muerte en cualquier circunstancia y no vamos a permitir que drogas británicas se utilicen en las inyecciones letales", ha subrayado el secretario de Negocios, Vince Cable, quien en los próximos días defenderá esa propuesta ante la Cámara de los Comunes.
El anuncio se produce semanas después de que una investigación parlamentaria concluyera que las empresas de Reino Unido han vendido en el último medio año suficientes fármacos al otro lado del Atlántico como para contribuir a la ejecución de un centenar de reos.
El pasado noviembre, la coalición entre conservadores y liberaldemócratas ya decretó el veto sobre las ventas de pentotal sódico a EE UU, cortando de ese modo su suministro a centros carcelarios de Georgia y Arizona. La iniciativa, que fue secundada por Alemania en enero de este año, ha obligado a algunos Estados a utilizar fármacos veterinarios en la combinación letal que se usa en las ejecuciones, y la situación puede agravarse si se extiende el boicoteo. Quedaba la opción de una fábrica italiana, pero la opinión pública presionó para evitarlo.
40 días para decidir
Y eso es lo que quiere Cable: ampliar ese bloqueo a otras tres sustancias, pentobarbital, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio, que se utilizan en el cóctel de drogas suministradas a los reos del corredor de la muerte. La ratificación parlamentaria final se espera en un plazo de 40 días.
La organización Reprieve, una de las más destacadas en la campaña contra la pena capital, se ha felicitado por la medida, aunque advierte que los Estados norteamericanos que aplican la pena de muerte pueden hallar proveedores de fármacos en otros países europeos (en el caso del pentobarbital, principalmente en la compañía danesa Lundbeck). "Reino Unido ha tomado la delantera a la hora de poner fin a la complicidad con la pena capital en Estados Unidos. Esperemos que su Gobierno sea capaz de convencer a sus colegas europeos, de que enfilen la misma línea", ha declarado Clive Stafford Smith, responsable del grupo en el área de los derechos de los prisioneros.
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