Convergència arropa al extesorero del partido imputado por cobrar comisiones
Osácar niega ser el receptor de los pagos de Ferrovial a través del Palau
La cúpula de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) arropó ayer públicamente al extesorero del partido Daniel Osácar en su declaración como imputado por el presunto cobro de comisiones ilegales que, a través del Palau de la Música, fueron a parar, presuntamente, a las arcas de la formación nacionalista.
Dos pesos pesados -el secretario general de CDC, Oriol Pujol, y el portavoz de CiU en el Parlamento catalán, Jordi Turull- acompañaron a declarar al "amigo y compañero" Osácar, quien señaló ante el juez que él no es el tal "Daniel" que aparece en diversos documentos como el hombre ligado a los pagos irregulares. En una hora y media de declaración, Osácar subrayó que es un "patriota" y un hombre "honrado" que ha prestado "importantes servicios" a Cataluña.
Un exdirectivo de la constructora afirma que los proyectos se ajustan a la legalidad
Para la Agencia Tributaria, sin embargo, "Daniel" no es ni más ni menos que Osácar, que recibió pagos millonarios de la constructora Ferrovial a cambio de la adjudicación de obra pública. Los proyectos bajo sospecha, que se adjudicaron en época de Jordi Pujol, no son baladí: la Ciudad de la Justicia de Barcelona o la línea 9 del metro, además de un pabellón en la localidad de Sant Cugat. Convergència pudo recibir por esas obras un total de 2,33 millones, según los indicios de la investigación.
"Pedimos la máxima celeridad a la justicia y celebramos que así se acaben los juicios paralelos sobre Osácar y sobre CDC", defendió Oriol Pujol ante los periodistas mientras, a escasos metros, Osácar respondía a las preguntas del fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled. Osácar, de 75 años, dimitió de su cargo como responsable de finanzas de CDC pocos días después de las elecciones autonómicas que dieron a Artur Mas la presidencia de la Generalitat.
El extesorero defendió la legalidad de los convenios con el Palau de la Música y aseguró que el dinero aportado a la Fundación Ramon Trias Fargas (vinculada a CiU) sirvió para promocionar la cultura y la música catalanas. Su interlocutor en esos tratos fue Jordi Montull, mano derecha de Fèlix Millet, ex presidente del Palau de la Música. Ambos están imputados por ser responsables del expolio de la institución musical, cifrado en 35 millones.
Un exdirectivo de Ferrovial, Pedro Buenaventura, también declaró como imputado ante el juez. Aseguró que los procesos de adjudicación de obra pública a la constructora fueron impecables y defendió que las generosas aportaciones al Palau buscaban proyectar a la constructora en Cataluña.
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