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Un modelo en crisis

El Gobierno de CiU promete "diálogo" y sopesa retrasar su plan de rebajas

El presidente corrige al consejero para intentar sofocar la rebelión de los médicos

Mensaje recibido. Sabiéndose perdedor de su primera gran batalla contra los sindicatos, el Gobierno de Convergència i Unió (CiU) comenzó a lanzar anoche mensajes conciliadores. No es que prepare una gran marcha atrás, pero sí se plantea retrasar más allá de la próxima semana la presentación del plan de recortes hospital por hospital. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, garantizó diálogo. "El Gobierno gobernará, pero lo hará buscando el máximo grado de entendimiento", dijo en una entrevista en Catalunya Ràdio horas después de la manifestación contra su Gobierno.

A partir de aquí todo fueron mensajes de entendimiento a los profesionales de la sanidad. Incluso no tuvo reparos en corregir las declaraciones en las que el consejero de Salud, Boi Ruiz, acusó a los médicos de velar solo por la salud de su bolsillo.

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"Los médicos no son malos ni miran por su bolsillo, y si lo miran lo hacen como todo el mundo. Los médicos deben ser nuestros aliados y las enfermearas también. Lo que se tiene que hacer en el campo de la sanidad requerirá su colaboración", dijo.

La manifestación de ayer, así como las protestas que se han sucedido por toda Cataluña, con numerosos cortes de tráfico, fue un paso más allá de lo que preveía el Gobierno.Artur Mas analizará hoy la situación con más de 150 empresarios en un encuentro en la escuela de negocios ESADE. Pero hay voces en el seno del Gobierno que apuestan, no por parar el plan de recortes, pero sí por darse más tiempo para negociar con los sindicatos. En este sentido, peligra la fecha límite del 22 de abril que el consejero de Salud, Boi Ruiz, se ha fijado esta misma semana para aclarar todos los recortes en todos los centros sanitarios. "Hay tiempo, no habrá precipitación", aseguraron fuentes del Gobierno catalán. El presidente de la Generalitat incluso aportó más muestras de flexibilidad cuando dijo que de lo que se está hablando en Salud es de un recorte de entre el 5% y el 10%. Hasta ahora el consejero Ruiz siempre había hablado del 10%.

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Lo importante es que el incendio social no acabe de descontrolarse. Y no pasa nada si todas las concreciones del recorte no llegan hasta primeros de mayo. Lo que no tolerará la Generalitat es críticas del Gobierno central. De ahí la indignación expresada ayer por el Ejecutivo de CiU cuando la ministra de Sanidad, Leire Pajín, aseguró que pedirá explicaciones por escrito de los recortes que se lleven a cabo en Cataluña.

La oposición tuvo ayer un discurso especialmente duro contra los recortes, tanto en el Parlament como en la manifestación. Los partidos dejaron el protagonismo para los sindicatos, pero estuvieron representados en la manifestación. Incluso el Partido Popular envió a dos diputadas, Eva García y María de los Llanos Luna, que abandonaron precipitadamente la plaza de Sant Jaume cuando comenzó a sonar La Internacional. Los socialistas estuvieron representados por Josep Maria Sala; Iniciativa, por Joan Herrera y Ricard Gomà, y ERC envió a la portavoz parlamentaria, Anna Simó.

En medio del debate sobre los recortes, el pleno del Parlament aprobó ayer una moción, con la única abstención de SI, en la que se insta a la Generalitat a cumplir los compromisos adquiridos con el Ayuntamiento de Barcelona en educación, sanidad y servicios sociales. Eso debe comportar que el Gobierno catalán salve a la ciudad de los recortes presupuestarios y que se finalicen las obras ya iniciadas de los centros educativos y sanitarios, que se pongan en marcha los que ya están finalizados y que se garantice el pago de las transferencias previstas cuando se redacten los presupuestos de la Generalitat para este año.

Pese al acuerdo, el portavoz parlamentario adjunto de CiU, Ramon Espadaler, reprochó al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, que no hubiera mostrado la misma exigencia con la Generalitat cuando gobernaba el tripartito, mientras que el diputado del PSC, Joan Ferran, justificó la la moción ante el "electoralismo" del candidato de CiU a la alcaldía Xavier Trias, por hacer promesas que "Mas no piensa cumplir".

"Barcelona ha quedado blindada del recorte presupuestario", proclamó Hereu al salir del pleno. "No dejaré que esto sean solo palabras vacías, mociones para pasar el día", añadió. Sin embargo, Trias reaccionó ayer con cajas destempladas y acusó a Hereu de "fer la mona" (hacer el tonto) por ir a la Cámara. "El alcalde no debe hacer estas tonterías y está intentando hacer de jefe de la oposición para salvar el Grupo Socialista", dijo.

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