Regreso al cóctel de pastillas
El Vall d'Hebron suprime el comprimido único para el tratamiento del VIH - "No tienen en cuenta el desgaste psicológico", dicen los afectados
Los recortes en la sanidad catalana se ganan otra víctima: el hospital Vall d'Hebron ha suprimido el moderno comprimido único para el tratamiento del VIH y el sida para abaratar el coste de los fármacos. La medida, que implica volver al antiguo cóctel de hasta una docena de pastillas, se empezó a aplicar hace dos semanas en cinco pacientes del centro y, desde el lunes, al resto. La ONG Comité 1er de Desembre, que trabaja en con enfermos del VIH y sida en Cataluña, denuncia que no han recibido ninguna notificación desde el Departamento de Salud y que fueron los enfermos quienes alertaron del cambio.
El comprimido único ha sido reconocido como un importante avance en el tratamiento del sida, ya simplifica las tomas a una sola pastilla, evita los frecuentes errores y olvidos cometidos por los paciemntes. La vuelta al cóctel, eso sí, permite administrar la medicación a través de genéricos, que tienen un coste inferior. Por ejemplo el tratamiento único le cuesta a la sanidad pública catalana 730 euros al mes por paciente. El cóctel de medicamentos tiene un coste de 641,72 euros mensuales por enfermo, según Juanse Hernández, miembro del grupo de trabajo sobre tratamientos del VIH de Comité 1er de Desembre.
Si bien la ONG está a favor de la introducción de los genéricos en lo posible, advierte que no existe un paciente único. "Generalizar es un error". Asegura que las decisiones médicas de los enfermos crónicos se han de tomar según las características clínicas y personales. Además, la ONG indica que algunos de los componentes de los fármacos de marca no tienen un sustituto génerico, afirma a Juanse Hernández.
El Comité 1er de Desembre advierte del riesgo que puede suponer la vuelta al viejo cóctel de pastillas. "Son medicamentos muy fuertes que tienen grandes efectos secundarios". Además, pueden poner en peligro el tratamiento e influir en la calidad de vida de los pacientes. El olvido de una de las pastillas puede provocar "la ineficacia del tratamiento", crear resistencia al virus y la consecuente aplicación de una medida de choque. Por eso, afirman que la simplicidad en las tomas había supuesto un gran avance en la lucha contra el VIH y el sida, enfermedad que afecta a más de 30.000 personas en Cataluña. "Las consecuencias a largo plazo del recorte de este tratamiento pueden ser peor que el ahorro que generará", insiste Hernández.
"No tienen en cuenta elenorme desgaste psicológico que comporta esta enfermedad, que te obliga a estar pendiente todo el día a todas horas de no olvidar una toma. Y si cometes un error, te acecha el miedo de que acabes por desarrollar la enfermedad", explica una mujer de 38 años que está en tratamiento. "Volver al combinado es dar un paso atrás", concluyen ambos.
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