Hablando de cosas del oficio
Soledad Puértolas y Karmele Jaio abordan en el festival Gutun Zuria cómo entienden la literatura - "Los personajes son el centro", dicen
La escritora y periodista Karmele Jaio (Vitoria, 1970) no conocía personalmente a su colega Soledad Puértolas (Zaragoza, 1947), la séptima mujer que ha entrado a formar parte de la Real Academia Española en sus tres siglos de historia. Lectora de su obra, Jaio siempre había unido su nombre al recuerdo de imágenes de sus cuentos. "Soledad escribe escenas en las que parece que no pasa nada y ha pasado todo", dice Jaio. "Son instantes de la vida en las que descubre cosas que no se ven a simple vista, como si mirara con rayos X las relaciones personales".
Ayer, ambas se encontraron en el festival literario Gutun Zuria, organizado por la Alhóndiga de Bilbao, en una cita en la que hablaron de "las cosas del oficio de escribir". Jaio se acercó a la charla con el ánimo de ser solo la "conductora" de una conversación en la que su colega tuviese el protagonismo.
La escritora vasca alaba "la sencillez y la eficacia" de la académica
Las dos autoras consideran que las charlas son un aspecto más de su trabajo
Puértolas se siente una novelista "permanente aprendiz de la expresión escrita", mientras que Jaio encuentra en sus libros la virtud de no pretender mostrar lo bien que escribe. "Soledad escribe con sencillez y eficacia. Las palabras son instrumentos, no adornos", puntualiza.
En su discurso de ingreso en la Academia el pasado mes de noviembre, la autora de El bandido doblemente armado habló de los personajes secundarios de El Quijote. Jaio invitó a su colega a descubrir a los asistentes a la charla el peso de los personajes en la construcción de sus historias. "Los personajes son el centro de la novela, son los que transmiten la vida", explicó la académica. La autora de Musika airean asentía al escucharle decir que son "el punto de partida del hecho de escribir". Puértolas no defendió que el personaje y su autor sean independientes, pero sí que mantengan una distancia. "Me gusta que corra el aire entre mis personajes y yo misma", añadió. "Cuento muchas cosas de mi vida en mis libros, pero muchas veces al revés de lo que ocurrió. Hablo de lo que me falta, de lo que no he hecho y llega un personaje y lo hace por mí". Y al final, con la obra escrita, el lector, concluyó la escritora, "hace suyo al personaje con su propia perspectiva".
Jaio se mostró convencida de que escuchar a los escritores hablar de literatura ayuda a los lectores a reflexionar sobre "por qué merece la pena leer". Puértolas se siente a gusto en las charlas que sacan a los autores del aislamiento de su mesa de trabajo. "Hace años que el escritor es alguien público. Las charlas con los lectores son una faceta más del oficio de escritora, que ayuda a vivir", reconoce. "Es una manera de saciar la curiosidad de los lectores por otros aspectos literarios".
Y después de hora y media de conversación, ambas escritoras bajaron del estrado y, sin micrófonos ni intermediarios, charlaron directamente con el público presente, con sus lectores.
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