Japón, un ejemplo para Occidente
En las últimas semanas la población japonesa ha tenido que sufrir y aguantar un cúmulo de catástrofes. Un terremoto que ha acabado con la vida de muchos ciudadanos, seguido de un tsunami y para rematar un accidente nuclear en la central de Fukushima. Todo esto no ha sido suficiente para acabar con la compostura de los nipones. La población se encuentra dentro de lo que cabe tranquila. El orden y la calma son por el momento los elementos esenciales que han acompañado estos terribles días.
Pero esta tranquilidad y este orden no se deben a que los ciudadanos estén de acuerdo con todo lo que se ha decidido. Unos hablan de sumisión, otros de compostura, pero lo que está claro es que los japoneses han sabido aplicar su filosofía de vida en estos momentos tan duros. El debate sobre las centrales nucleares ya se ha abierto en Europa. Se piden soluciones para que no ocurra lo que ha sucedido con la central de Fukushima. para que no tengamos que comprobar las reacciones que provocaría una catástrofe de este calibre en Occidente.
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