Intereses españoles en juego
España concentra más de un tercio de la deuda que Portugal tiene contraída con la banca internacional
Al enésimo día de negarlo, Portugal sucumbió y pidió el rescate. El guion guarda parecidos razonables con lo ocurrido con el primer país europeo en solicitar el auxilio (Grecia), y con el segundo (Irlanda), pero ninguno de estos Estados tiene tanta relación económica y comercial con España como el vecino ibérico. La banca española concentra 108.600 millones de dólares (75.000 millones de euros) en préstamos, bonos y otros activos financieros portugueses (la cifra equivale al 7% del PIB español) y hay unas 1.400 empresas españolas con inversiones estables en el país, según los datos de la Cámara de Comercio Española en Lisboa.
Si el efecto dominó de esta crisis financiera se confirma, España se situaría en el centro de la diana, pero hasta ahora, mientras la situación portuguesa empeoraba y crecían las presiones a Lisboa para pedir el rescate, tanto el sector financiero como las compañías españolas que operan en el mercado portugués han restado gravedad a los riesgos. Eso sí, a medida que ha crecido la incertidumbre en torno a la capacidad de solvencia de Portugal, las entidades españolas han retrocedido posiciones. La variación entre el segundo y el tercer trimestre de 2010, que son los últimos datos del Banco de Pagos Internacionales, dan una muestra de ello: la cartera de activos disminuyó en unos 3.000 millones de dólares (una cifra que no incluye el efecto del tipo de cambio). Aun así, la exposición en la deuda portuguesa sigue siendo notable. Más de un tercio de los activos que la banca internacional tiene en empresas, familias, bancos y Administraciones portugueses (un 34%) están en manos de bancos y cajas de ahorros españolas.
1.400 empresas tienen inversiones estables en el país vecino
La banca ha replegado posiciones en los últimos meses
Este nivel de concentración no se da en prácticamente ningún otro de esos países del club de los países más atacados por los mercados, a saber, el grupo formado por Portugal, Irlanda, Grecia y España (cuyas iniciales en inglés forman el ya famoso acrónimo PIGS, o cerdos). Solo los bancos franceses tienen una exposición de un calibre parecido a la economía griega (33% de los activos de la banca internacional).
BBVA opera el país a través de BBVA Portugal y cuenta con bonos por valor de 58 millones de euros, lo que no representa más que el 0,01% del grupo. El Banco Santander está presente en el país vecino mediante Santander Totta, que le supuso un beneficio de 450 millones el año pasado, comenta la situación.
Portugal concentra el 6% de todos los activos que la banca española tiene en el extranjero, pero este trozo del pastel corresponde sobre todo a empresas y familias (en concreto, el 70% de los 75.000 millones de euros). Y, con estos mimbres, concentrarse en el sector privado no financiero es una buena noticia, porque las Administraciones públicas y el sector financiero son los que habitan en el ojo del huracán de los mercados, aunque tanto la crisis como el ajuste se han cebado en hogares y empresas.
Esta última parte, el calvario de las economías domésticas, es la que más puede preocupar a las empresas de consumo y servicios españolas. Y el ajuste de la inversión pública puede castigar a las empresas de construcción, aunque el Gobierno portugués ya aplicó los recortes en este terreno al inicio de la crisis de deuda soberana, con lo que no se esperan grandes sorpresas.
El Corte Inglés, Zara, Pescanova, la constructora Sacyr, la petrolera Repsol y energéticas como Iberdrola o Endesa, entre otras. Entre 2000 y 2010, las inversiones españolas en territorio portugués superaron los 17.000 millones de euros (el año pasado alcanzaron 3.490) y las exportaciones españolas movieron 16.577 millones en 2010.
La noticia de la petición de rescate se conoció cerca de las diez de la noche, con el mercado cerrado. Pero la Bolsa y los inversores de bonos emitirán hoy su dictamen.
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