El PSE se vale del escenario

El PSE celebra este año su 125º aniversario. Lo hace en uno de los momentos más dulces de su dilatada trayectoria, a tenor de los números. Al frente del Gobierno vasco, tras el relevo en Ajuria Enea de 2009, y en el marco de una lucha contra ETA que ha reducido a mínimos históricos la amenaza terrorista. El miedo a la violencia ha remitido, al tiempo que la incertidumbre ante un Ejecutivo no nacionalista se ha despejado. Quizá como resultado, los socialistas vascos llegarán en las elecciones municipales y forales de mayo hasta enclaves donde nunca antes se habían presentado.

Las candidaturas del PSE darán cobertura, por primera vez, a más del 99% de la población vasca, con la complejidad que ello supone para un partido que se "diferencia de otros" al "apostar en exclusiva por la gente de casa". "La mayoría de nuestros candidatos viven en el municipio del que aspiran a ser concejales y el resto tienen algún tipo de vinculación con la localidad", explican desde el partido. En concreto, los socialistas presentarán de nuevo listas en todo el territorio alavés y aumentarán su presencia en los otros dos.

Las listas llegan al 99% de la población y están integradas por gente local

Guipúzcoa es donde mejor se ha reflejado la bonanza de una formación que llegará en esta ocasión a 67 municipios, diez más que en los comicios de 2007, lo que representa el 99,13% de la población del territorio. A la lista se han sumado siete localidades de la circunscripción de Oria (Albiztur, Altzo, Belauntza, Berastegi, Berrobi, Bidegoian e Itsasondo) y tres de Deba-Urola (Aia, Aizarnazabal y Errezil). Por el camino se han quedado 21 ayuntamientos a los que ha resultado difícil llegar debido a su reducido número de habitantes.

Una progresión de especial relevancia para los socialistas vascos, que siempre han soportado en Guipúzcoa el escenario de mayor presión. Un amedrentamiento que no ha impedido al PSE ser la primera fuerza de la provincia. Gobierna siete municipios que representan más de la mitad de la población y ya en 2007 se impuso en las elecciones forales, aunque no fue capaz de cerrar acuerdos para hacerse con la Diputación. Miguel Buen repite como candidato a diputado general con el objetivo de sacarse la espina y arrebatar el sillón al peneuvista Markel Olano. "El objetivo es volver a ganar", asegura.

El guión es similar en Vizcaya, donde aún no ha culminado la presentación de candidaturas. A dos semanas de que concluya el plazo previsto para remitirlas ante las juntas electorales, el PSE ya ha conseguido cerrar listas en 96 de los 112 municipios, siete más que hace cuatro años, lo que supone un 99,35% de la población. "Estamos a la espera de formalizar todavía alguna más", concreta la coordinadora de la campaña electoral en la provincia, Begoña Gil, quien achaca el incremento del número de candidatos al "clima de distensión política" y a la "fortaleza interna" del partido.

Los socialistas vascos optarán a tener representación institucional en todos los ayuntamientos de las Encartaciones, en los del Gran Bilbao y, por primera vez de forma íntegra, en la comarca del Duranguesado. Era esta una de las grandes apuestas de la formación en Vizcaya, consciente de los buenos resultados que en algunas localidades cosechó en 2007. A la lista se han sumado municipios como Arakaldo, Arantzazu, Arrankudiaga, Arrieta, Artea, Ea, Garai y Ubide, mientras que solo se cae de la misma Amoroto. Una plaza en la que el PSE trabaja para formalizar una candidatura antes de que expire el plazo.

Solo ha quedado incompleta la comarca de Urdaibai, donde los socialistas apenas han podido formalizar listas para 25 de sus 41 consistorios. Los más importantes. Del resto, casi ninguno supera el medio millar de habitantes. "Nuestro objetivo era llegar a todas las localidades, pero en algunas ha resultado difícil hacerlo con gente del pueblo dada su escasa población", argumenta Gil. Según recuerda, "el mero hecho de presentar candidaturas no quiere decir que vayan a resultar elegidas", pero sí que refleja, en su opinión, el reconocimiento al trabajo de un PSE que aspira a superar el 22-M los resultados de 2007, pese a que fueron los mejores de su historia.

En Álava apenas se han registrado cambios, dado que los socialistas ya habían alcanzado la totalidad del territorio en convocatorias anteriores. Reflejo quizá del menor hostigamiento que históricamente han soportado sus candidatos por parte de sectores abertzales. Una tensión que ha remitido en el conjunto de Euskadi, pero que ha vuelto esta semana al primer plano de la actualidad tras conocerse los planes que ETA tuvo en 2007 de "secuestrar y ejecutar" al exconcejal y actual parlamentario socialista Benjamín Atutxa. Una revelación que ha encontrado como respuesta la condena unánime de la Cámara vasca.