"Vila-real tiene que aspirar a competir con Castellón"

José Benlloch (Vila-real, 1974) está convencido de que, después de 16 años, Vila-real volverá a tener un gobierno socialista, entre otras cosas, por los desmanes de su actual alcalde, el popular Juan José Rubert. Él ha optado por acercarse a la gente y escuchar.

Pregunta. ¿Qué ha cambiado en estos cuatro años para que los vilarrealenses cambien, mayoritariamente, de opinión?

Respuesta. Antes no conocían al señor Rubert, que heredó una alcaldía tras una condena al anterior alcalde por los tribunales, y ahora sí lo conocen. Rubert ha sido malgasto, prepotencia, no escuchar a los ciudadanos, intolerancia, endeudamiento y, fundamentalmente, paro. Hemos pasado de liderar la comarca a tener un 26% de paro y la ciudad se está convirtiendo en un cementerio industrial y agrícola porque no se ha invertido, pese a tener más fondos que nunca. Ahora conocen quien es Rubert. Ha defraudado incluso al votante del PP.

"El actual alcalde ha multiplicado el endeudamiento por diez"

P. ¿Cómo están las cuentas del Ayuntamiento?

R. Rubert pasará a la historia por ser el alcalde que menos escucha, que ha subido más los impuestos y que tiene en su debe casi a 6.000 desempleados pero, sobre todo, por haber multiplicado el endeudamiento por diez. La deuda a los proveedores, solo en 2010, ha sido de 3,8 millones de euros, lo que ha llevado a muchas empresas a la ruina.

P. ¿Es el principal problema?

R. No, la prepotencia está por encima. Este Ayuntamiento no ha servido para canalizar la energía de la sociedad. Está dirigido por un líder inaccesible, que sólo quiere el protagonismo para él. La única forma de hacer funcionar una ciudad es como lo ha hecho el resto de alcaldes, que han sido dialogantes, independientemente de su color político.

P. ¿Es capaz de hacer alguna crítica a su partido?

R. Tal vez no hemos sabido comunicar bien lo que proponíamos. Nos hemos enfrascado excesivamente en el debate de la corrupción, que no es inherente a ningún partido. Eso no quiere decir que no esté de acuerdo en que se denuncie, pero creo que hacerla eje de nuestra campaña es un error porque los ciudadanos acaban asqueados.

P. ¿No cree que desde Castellón se ningunea a Vila-real?

R. Si es así, es porque quien es responsable de Vila-real lo permite. Ha habido momentos en que no ha sido así. Vila-real ha tenido potencia como líder. Vila-real tiene que aspirar a competir con Castellón desde la lealtad de lo que podamos compartir. Somos una provincia pequeña y es necesario que empecemos a compartir servicios públicos en común, que nos saldrían más baratos de forma mancomunada. Hay que darle forma jurídica ya. Desde luego, el ninguneo viene más desde Valencia, todo el dinero se ha quedado allí. Y yo, si puedo hace que una empresa se instale en Vila-real y no en Castellón, lo haré y eso no se ha hecho hasta ahora en nuestra ciudad.

P. ¿Cuáles son sus principales apuestas para el próximo mandato?

R. El programa se va a articular en tres ejes: el desempleo, porque si uno no tiene trabajo no tiene nada; escuchar los ciudadanos y que el Ayuntamiento les ayude; y, tercero, que les cueste lo mínimo. Y voy a a trabajar para que, pese a la situación económica, se pueda ahorrar para después bajar impuestos.